El domingo 30 de octubre de 2011, laSexta emitió una edición de Salvados dedicada a buscar argumentos a favor de la subida de impuestos a los ricos —Salvados del 30 de octubre de 2011–. Pocas fueron las voces contrarias a las tesis mostradas de forma mayoritaria en el programa presentado por Jordi Évole, el ‘Follonero’. Casi todos los consultado fueron indignados o economistas de izquierdas, todos ellos favorables a subir la presión fiscal a quien tiene más dinero. Periodista Digital ha querido conocer los argumentos contrarios y ha consulado a dos periodistas liberales, los profesores Pedro Schwartz y María Blanco.
Pedro Schwartz:
Tendría que ser proporcional. Es decir, que se tenga la misma proporción, el mismo tipo, y claro, el que gana más pone más dinero. ¿Y por qué la misma proporción? Porque cuando se hace un tipo progresivo, que todo el mundo piensa que es bonísimo porque crea igualdad, al final los muy ricos, no sé por qué, pero no lo pagan. Ellos sí pueden irse a otro sitio con la música. En cambio los corrientes estamos fritos porque lo pagamos sobre nuestros sueldos.
Es en cierto modo una ilusión el creer que las personas muy ricas al final van a pagar más que los que estamos atados al territorio. Ellos se pueden ir de un sitio a otro.
Luego, el sistema fiscal no debería interferir en las decisiones económicas de la gente. El Gobierno no sabe muy bien a quién tiene que favorecer. Y no tiene que favorecer a nadie, más que financiarse sin intentar hacer demasiado. En realidad es muy bueno un país en el que la gente sea capaz de hacerse muy rica porque lo ha hecho muy bien, y entonces utiliza ese dinero como lo hace Gates, si quiere, para hacer unos programas de solidaridad muy generosos.
Al final, el intentar ir a por los ricos… Primero, los ricos siempre son otros, no uno. Nosotros comparados con la gente de Marruecos, la clase media somos riquísimos. Entonces es muy importante que la gente pueda ganar dinero con su trabajo. Muchas veces la progresividad y el reparto es la envidia.
Y, por fin, la libre competencia. Hay países en los que hacerse rico es por el favor del rey de Marruecos, por ejemplo. Si no hay libre competencia, en efecto, los ricos se han aprovechado de sus amistades y no de sus ideas y de lo que el público les compra.
María Blanco:
El argumento de que los ricos tienen que pagar más, manipula la idea de que el que más tiene de be contribuir más. Pero el pagar más impuestos no significa necesariamente contribuir más, ni el pagar menos impuestos significa necesariamente contribuir menos. Porque los ricos, tanto si se dedican a comprarse BMW como si se dedican a invertir en empresas, y a pesar de que ganen beneficios, el tan denostado beneficio, ya están colaborando. Tanto si es porque están comprando y activando la economía, como si es porque están invirtiendo en empresas y están dando empleo, ya están contribuyendo de alguna manera a la sociedad.
A ningún rico inteligente se le ocurre tener su dinero acumulado en una habitación como el Tío Gilito simplemente para mirar sus moneda de oro. El rico inteligente que tiene dinero lo invierte.
Otra cosa es que el Gobierno de España, cumpliendo con su obligación, genere condiciones y cree un entorno en el que a los ricos españoles les merezca la pena invertir en su propio país. Ahora mismo, las empresas que empiezan a salir a flote porque han hecho sus deberes, han hecho sus ajustes, no pueden invertir en España. Las empresas que están empezando a remontar no pueden invertir en España porque no hay condiciones necesarias para hacerlo. Sería una locura, y tampoco se le puede decir a la gente que se suicide, que se tire por la ventana o que tire por la ventana el esfuerzo suyo o de sus familiares.
Si los ricos pagasen más impuestos, lo primero que pasaría es que se estarían retrayendo recursos privados que podrían ser susceptibles de ser invertidos en España, por lo que se estaría desactivando la creación de riqueza en España o desactivando el gasto, el aumento de demanda, en el país, lo que tampoco sería bueno.
Además, tendríamos que asegurarnos que ese aumento de los impuestos, o que ese dinero de más que se está cobrando el Estado está justificado. Estamos dando por hecho que el Estado puede quitar propiedad privada, detraer recursos ganados con el sudor de su frente o a golpe de firmas o de poner tus acciones o los recursos de tu familia. Que el Estado puede retraer recursos de quien quiera, en la cantidad que quiera y por la razón que quiera. Abrimos el paraguas del bienestar social o la necesidad pública y estamos dando carta blanca al Gobierno para que robe, para que quite por la fuerza, con coacción, cualquier cosa a cualquier persona.
Obviamente, como lo que quieren es permanecer en el poder, el Gobierno va a desplegar toda la demagogia que pueda. No les va a quitar nada a los pobres, pero tampoco les va a sacar de pobres. No les va a subir los impuestos pero no les va a permitir salir de la pobreza, porque de la pobreza se sale trabajando, progresando en un empresa y teniendo propiedad privada. Si se está desincentivando la propiedad privada, se está impidiendo que la gente progrese.
Además de este argumento ético, habría que analizar en qué va a gastar el Estado ese dinero de más que va a quitar a los ricos. ‘Que los ricos colaboren más’, pero con quién y para qué. Me temo lo peor. Que el Gobierno utilice no sólo la propiedad privada de los ricos, sino también la riqueza generada por ellos, para malgastarla y seguir vendiendo humo.
Sigue al autor de esta noticia en Twitter. El usuario es @chinchetru.