El BCE exige a España e Italia que pidan el rescate para iniciar la compra de bonos
Es la noticia que esperaba con ansiedad mariano Rajoy. Y ha llegado cuando el presidente del Gobierno español estaba con la alemana Angela Merkel en La Moncloa.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha anunciado este 6 de septiembre de 2012 un plan para la compra ilimitada de bonos de los países periféricos que servirá de salvavidas para la financiación de España e Italia.
Sin embargo, los países deben antes tener lista la actuación de los fondos de rescate con una «condicionalidad estricta».
Quien quiera compra de bonos del BCE, debe pedir antes un rescate a sus socios europeos que ponga las condiciones. Y si un país se sale del camino marcado, el BCE no solo dejaría de comprar, sino que incluso podría vender los bonos en su cartera.
El nuevo plan ya ha empezado a surtir efectos incluso antes de ser tratado por el Consejo del BCE.
La prima de riesgo de España ha caído con fuerza desde los máximos de 638 puntos de la segunda quincena de julio.
La rebaja de las rentabilidades exigidas a la deuda española ha sido más acusada en los vencimientos más cortos, hasta tres años, pues esos son los títulos en los que se concentrarán las operaciones del banco emisor. Hoy, el Ibex 35 ha subido un 4,91% y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 450 puntos básicos.
Con el nuevo plan, Draghi mete presión a España e Italia para que pidan el rescate. Sin embargo, la gran paradoja podría ser que en caso de resultar creíble la amenaza de actuación ilimitada del BCE, las tensiones en el mercado se relajaran, los países con problemas lograran financiarse directamente a costes sostenibles y acabasen no necesitando ni las compras del BCE ni el rescate de sus socios europeos.
Esa es la gran carambola por la que suspira el Gobierno de Mariano Rajoy. De momento, lo que es indudable es que Rajoy gana tiempo para negociar un posible rescate.
Hará falta que los países como España o Italia pidan un rescate completo o parcial (la línea precautoria mejorada), dos de las fórmulas de rescate al alcance de los países.
El BCE solo llevará a cabo las llamadas «transacciones monetarias directas» si los países cumplen estrictamente las condiciones que les impongan los socios europeos en los memorandos que regulen las condiciones del rescate.
El BCE ha dado por boca de Draghi y a través de un comunicado los detalles sobre su decisión. Las compras serán de bonos de 1 a 3 años de vencimiento y no se establecen límites de cantidad a priori.
«La cantidad será la adecuada para lograr nuestros objetivos», ha señalado Draghi en un frase calcada a la que pronunció hace un mes.
Además, el BCE renuncia a su condición de acreedor preferente, algo que asustaba a los inversores.
Por otro lado, la liquidez creada por estas transacciones monetarias directas se esterilizará, es decir, se retirará una cantidad de liquidez equivalente a la compra de bonos, como se hacía con el anterior programa.
Para dar transparencia a las operaciones, el volumen global de operaciones se publicará de forma semanal y se dará un desglose por países semanalmente.
Las compras podrán extenderse a otros países que ya están rescatados, como Irlanda y Portugal, en la medida en que recuperen sus acceso a los mercados.