Un 68,4 por ciento de los españoles prefiere un modelo de Estado con igual o menor autonomía regional que el actual, según el CIS
A pesar de las medidas de austeridad implantandas por el Gobierno de Mariano Rajoy y los ejecutivos regionales y locales, el empleo público sigue creciendo en las administraciones públicas.
Básicamente -o solo- en las comunidades autónomas. Las autonomías han aumentado sus plantillas a lo largo de 2012 en 9.595 personas, mientras el Estado y los ayuntamientos españoles reducían su número de trabajadores, según ha desvelado este 8 de octubre de 2012 el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, durante su comparecencia ante la comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados.
El Ejecutivo popular impuso este año una tasa de reposición cero del empleo público, salvo en el caso de personal como el hospitalario o de educación, donde la contratación es de un máximo del 10%.
A pesar de esta medida, que se mantiene en las cuentas para el ejercicio 2013, entre enero de 2012 y enero de 2011 la plantilla pública global se incrementó un 0,09%, en 2.467 trabajadores, hasta los 2,68 millones de funcionarios que trabajan para el Estado, las comunidades autónomas y los municipios.
El motivo es que mientras las comunidades autónomas elevaron un 0,75% el número de trabajadores, el Estado redujo su plantilla en 11.000 empleados (un 1,85% menos) y en 50.000 personas, un 7,76%, las corporaciones locales, según las cifras presentadas por el secretario de Estado, quien ha recordado que uno de los objetivos del actual Gobierno es «racionalizar el empleo público equiarándolo con el resto de trabajadores» y ha requerido el «máximo apoyo de los empleados públicos» para lograr los objetivos de reducción del déficit.
EL BARÓMETRO DEL CIS
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de septiembre de 2012 concluye que un 38 por ciento de los españoles encuestados apuesta por un modelo de Estado, o bien con un único Gobierno central sin autonomías (24,5 por ciento), o bien con menor autonomía para las regiones que lo componen (14,5 por ciento).
Un 29,4 por ciento prefiere mantener el modelo autónomico tal y como está en la actualidad, mientras que solo un 9,1 por ciento cree que las regiones deberían ganar en autonomía.