El Ejecutivo español estaría considerando solicitar la ayuda de la eurozona en noviembre, coincidiendo la revisión del préstamo de Grecia y el rescate de Chipre.
El periodo de valoraciones que estaría haciendo el Gobierno español sobre las contraprestaciones que supondría solicitar el rescate europeo podría estar llegando a su fin si, tal y como anuncia este 13 de octubre de 2012 la agencia Reuters, citando fuentes oficiales, aunque sin identificar, de la eurozona, el Ejecutivo de Rajoy solicita la ayuda europea el próximo mes de noviembre.
España hace tiempo que ha reemplazado a Grecia, Irlanda y Portugal como el principal foco de preocupación para la eurozona debido a la crisis bancaria, el alto endeudamiento de las regiones y la recesión económica.
«Nos estamos moviendo, preparándonos, la cosa cristalizará en noviembre», ha declarado una fuente europea directamente involucrada en las negociaciones sobre un potencial rescate a España.
La agencia Reuters justifica el anonimato de quien ha realizado la filtración alegando la naturaleza confidencial del asunto. «Confío en que la ayuda sucederá en noviembre», habría insistido el confidente.
Otra fuente distinta, aunque igualmente cercana a las negociaciones, habría dicho: «Si tengo que apostar, lo haría por noviembre y no por octubre», en referencia a la fecha del rescate. «Podría aprobarse un paquete -de ayudas- que incluiría a Grecia, Chipre y España. No creo que a Eslovenia».
La hipótesis de que la ayuda a España forme parte de un paquete conjunto de medidas cobra fuerza por el hecho de que países como Alemania y Finlandia sólo deberían acudir una vez a sus respectivos parlamentos para aprobar las ayudas.
La canciller Angela Merkel y su ministro Schäuble saben que sólo cuentan con una oportunidad más para conseguir dinero del parlamento alemán, el cual accedería a ello únicamente de tratarse de un caso de «vida o muerte«.
La postura oficial de España es que el Tesoro tiene suficientes recursos como para aguantar hasta final de año en las actuales condiciones adversas y sin necesidad de recurrir a la petición de ayuda.
Sin embargo, y como las previsiones de la evolución de la economía española no parece que mejorará en lo que resta de año, no parece muy oportuno prolongar la solicitud de ayuda, haciendo que los intereses por la financiación sigan subiendo.
Al mismo tiempo, el rescate español podría calmar a los mercados y salvar a Italia de tener que recorrer la misma senda. El BCE estaría presionando en este sentido, mientras que Alemania sigue mostrándose reticente.
La creencia generalizada en la eurozona es que el rescate español es prácticamente inevitable. Las negociaciones continúan.
«No es beneficiosa la espera de España. Tenemos creado un marco para la ayuda y sería mejor, más seguro, que lo usaran. Esto es una pérdida de tiempo«, afirma otra de las fuentes europeas.