No se trata de la postura oficial del FMI, pero puede influir en las directivas futuras
El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, ha reconocido el «error» cometido por el organismo internacional a la hora de recomendar recortes a los gobiernos europeos ya que no supieron entender que el compromiso de las autoridades con la austeridad acabaría con el crecimiento.
El FMI publicó este 3 de enero de 2013 un informe con el título de ‘Errores en el Pronóstico de Crecimiento y Multiplicadores Fiscales’ -el impacto que tiene el gasto del Gobierno o el aumento de los impuestos en los resultados económicos de un país- firmado por Blanchard.
El informe no está firmado por la dirección del Fondo, ya que el organismo publica decenas de documentos con críticas de sus investigadores acerca de las medidas adoptadas por países.
Sin embargo, en este caso es el economista jefe el que firma el documento en el que reconoce que el FMI se equivocó a la hora de valorar el impacto de la austeridad en los países europeos.
«Los pronósticos subestimaron significativamente el aumento del desempleo y la caída de la demanda interior con la consolidación fiscal», reconocen Blanchard, y el coautor del informe, Daniel Leigh.
El economista jefe admite que los expertos del Fondo se equivocaron en los estudios que llevaron a recomendar las medidas de austeridad, ya que según señala el documento, en el caso de Grecia, el desvío en aumento de la deuda a pesar de los recortes de gasto fue mayor de lo esperado según los estudios realizados al principio de la crisis.
Según señaló este viernes ‘The Wall Street Journal’, constatar el efecto de estos errores habría llevado a la entidad a recomendar medidas de austeridad menos severas en el caso de España y Portugal para evitar así un deterioro masivo de las economías de estos países como en el caso de Grecia.
Blanchard y Leigh señalan que los pronósticos del FMI utilizaron multiplicadores fiscales de 0,5, cuando en realidad la cifra sería de 1,5, lo que significa que por un dólar que recorta el Ejecutivo de su presupuesto cuesta a la economía del país 1,5 dólares.
Sin embargo, Blanchard y Leigh indican que «los resultados no quieren decir que la consolidación fiscal sea indeseable», ya que las economías avanzadas deben ajustar sus presupuestos ante el aumento de sus deudas y que los resultados a corto plazo son uno de los factores que deben estudiarse en caso de recomendar nuevos recortes.
Aunque no se trata de la postura oficial del FMI, el documento firmado por uno de los directivos del organismo podría provocar un cambio en los estudios de los economistas del Fondo a la hora de recomendar mantener los recortes en algunos países europeos.