El sindicato UGT sale a escándalo diario: ERE fraudulentos, falsificación de facturas, cursos de formación en el Caribe, comilonas a cuerpo de rey (¡tan republicanos ellos!), pero a veces el destino depara jugadas o jugarretas que si se hiciesen aposta no tendrían ese picante tan necesario y que pone a la organización de Cándido Méndez a los pies de los caballos.
El caso es que el último capítulo del sindicato afín al PSOE ha sido la de las comidas pagadas a talonazo justo antes de poner en la calle a 36 de 75 trabajadores en UGT Madrid. El programa ‘Más claro agua’, en 13TV, dirigido por Isabel Durán, ha tenido acceso a una tanda de jugosas facturas en las que se comprueba que la ejecutiva madrileña del sindicato de Cándido Méndez cargó más de 1.000 euros a la tarjeta de crédito de la organización en restaurantes.
Uno de los que más usó el ‘dinero de plástico’ fue, ni más ni menos, que José Ricardo Martínez, el secretario general de UGT en Madrid (que se llevaba 180.000 euros como consejero de Caja Madrid), el mismo que se enfrentó a todos aquellos que tuviesen la idea de enfrentarse a los piquetes informativos y que soltaba perlas de esta guisa contra Esperanza Aguirre:
«Esta señora es una reliquia cañí del tardofranquismo»
O vean lo que decía del entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez:
«Tiene que irse a su puta casa»
Pues bien, este cargo de UGT Madrid, antes de poner en la calle a 35 trabajadores, disfrutó de cuantiosas comidas en Casa Jorge (354 euros), Marisquería Criado (254) La Misión de Santa F (151 euros), La Casa Grande (75 euros) o, el mejor de todos y que viene como anillo al dedo para describir esta clase de actitudes, ‘La mafia se sienta a la mesa (50 euros).
Pero también se cargaron a esa tarjeta gastos en gasolina por valor de 500 euros, lavado de vehículos, otros 25 euros o el cambio de las escobillas de un automóvil por un coste de casi 20 euros.
