El 19 de junio 2014 el monarca perderá la inviolabilidad que le concede el artículo 56 de la Constitución

La sombra de los bastardos agita el aforamiento de Don Juan Carlos

Hasta que se apruebe una ley 'ad hoc', habrá una brecha peligrosa

La sombra de los bastardos agita el aforamiento de Don Juan Carlos
El Rey Juan Carlos. TV

El tiempo transcurrido entre el abandono del Trono y la proclamación de una nueva ley que conceda un aforamiento a Don Juan Carlos de Borbón desata inquietud en los círculos monárquicos.

Desde el momento en que Don Felipe asuma como Rey el 19 de junio 2014, su padre quedará fuera de la cobertura que proporciona el artículo 56 de la Constitución, que reconoce la inviolabilidad de la persona del monarca.

Y es que hasta el momento esa disposición, según ciertas fuentes, ha evitado algunos problemas que podrían afectar a la institución más como familia que por la línea dinástica, totalmente garantizada en la persona del futuro Felipe VI.

De ahí que el resquicio que deja a la intemperie a Don Juan Carlos suponga una jaqueca para algunos sectores cercanos al actual Rey. En los mismos no se descarta que la caída del blindaje pueda dejar al todavía Rey al descubierto ante el espinoso asunto de los presuntos bastardos 

Esa ley que garantizará el aforamiento de Don Juan Carlos, por cierto, también ha dado pie a rumores, ya que ciertas fuentes inciden en que si la abdicación hubiera empezado a prepararse de forma efectiva en marzo, debería haberse comenzado a trabajar en ella 

Los presuntos 

No es la primera vez que se plantea la cuestión. Hace dos años Albert Solá y la belga Ingrid Sartiau vieron cómo los Juzgados rechazaban sus demandas de paternidad como posibles hijos de Don Juan Carlos.

Sin embargo, un análisis de ADN mostró que ambos tenían un 91% de coincidencia, lo que en la práctica les hermanaba. ¿Qué había de común en ellos? Su reclamación como hijos bastardos del Rey.

Solà, nacido en 1956, lleva insistiendo en que es hijo de la relación entre el monarca cuando era un joven cadete y María Bach, perteneciente a una familia de banqueros catalanes.

Nacido de esos amores, Solà fue entregado a las monjas y, más adelante, dado en adopción a la familia Solà Jiménez. Con el tiempo, investigó sus orígenes y llegó a la conclusión de que era hijo del Rey Juan Carlos.

El caso de Sartiau es similar, ya que la belga habría sido concebida en 1966 cuando su madre y el futuro Rey de España se encontraron en la Feria de Luxemburgo.

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