Del problema se resienten todas las cárceles de nuestro país, a la par que la multiplicación de la población reclusa está también disparando la factura de Instituciones Penitenciarias
El dato es cuando menos alarmante: uno de cada cinco presos en tercer grado de la cárcel de Fontcalent, en Alicante, renuncia a salir en libertad.
Lo hacen los de tercer grado, a pesar de su derecho a salir en libertad y ante la imposibilidad de encontrar trabajo por la crisis.
Según denuncia el sibndicato Acaip, haciéndose eco ‘diarioinformación‘, cada vez es más común que los propios reos pidan a sus letrados postergar las gestiones para tal fin, y que ni se les ocurra pedir una fianza. Y eso que las prisiones de Alicante y Villena superan el 150% de su capacidad…
TODA LA JORNADA DE BRAZOS CRUZADOS
Así, estos reclusos se pasan toda la jornada en un espacio reducido al que supuestamente solo deberían ir a dormir.
«Con el panorama de crisis que existe, algunos optan por no salir y se quedan allí durante todo el día. Esas instalaciones no están previstas para que estos internos pasen allí todo el tiempo y ni siquiera hay un número fijo de funcionarios asignados».
Del problema se resienten todas las cárceles de nuestro país, a la par que la multiplicación de la población reclusa está también disparando la factura de Instituciones Penitenciarias.
Según los datos de interior, el número de presos en España se ha disparado durante los últimos 20 años para pasar de los 33.058 que había en 1990 hasta los 73.929 en 2010. Más del doble.