El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha indicado este jueves 16 de 0ctubre de 2014 que la devolución del dinero gastado con las «tarjetas black» de Caja Madrid no exime de posibles sanciones o recargos a los titulares de las mismas si tras la investigación que está llevando a cabo la Agencia Tributaria se derivan infracciones o incumplimientos de las obligaciones tributarias.
Tras participar en unas jornadas sobre el sector automovilístico, Ferre aseguró que si la Agencia Tributaria llega a la conclusión de que ha habido alguna infracción, «claro que hay que pagar sanciones o recargos, como cualquier ciudadano».
Así, reiteró que, desde el punto de vista tributario, la devolución del dinero gastado y ocultado al fisco no exime de pagar posibles sanciones. «Otra cosa es a efectos de la entidad o a efectos del juez, que no me corresponde a mí valorar», añadió.
Ferre afirmó que la Agencia Tributaria está comprobando la situación tributaria de los usuarios de estas tarjetas, así como el uso que se les ha dado, y a partir de estas investigaciones, analizará qué cantidad podrá recuperar. «No hay que prejuzgar la solución final, hay que dejar trabajar a la Agencia Tributaria con la profesionalidad que ha tenido siempre y ver cuáles son los resultados», reiteró.
El extraordinario retorno del PIVE a las arcas públicas
El secretario de Estado también ha remarcado el «extraordinariamente positivo» retorno de las distintas ediciones de los planes PIVE para las arcas públicas que ha compensado la propia dotación presupuestaria de los programas. Así lo señaló Ferre durante su intervención en la II edición del Foro Anfac y PwC, en la que destacó que estos planes para la compra de vehículos comerciales han permitido la renovación del parque automovilístico.
«El sector de automoción ha ganado fuerza en España», celebró Ferre, quien subrayó que «atrae actividad de gran valor añadido con gran capacidad de desarrollo tecnológico», así como la creación de empleo, el principal objetivo del Gobierno «para los próximos años». De esta forma, calificó de «gran éxito» los programas de incentivos PIVE y PIMA, y se felicitó por los resultados y el retorno para las arcas públicas, que «ha compensado la propia dotación presupuestaria» de los distintos planes. Asimismo, detalló que el efecto del conjunto de la reforma fiscal conllevará la generación de un crecimiento adicional suplementario del PIB del 0,55%, y apuntó que el objetivo es una reducción de los impuestos «muy potente».
Esta disminución impositiva se concentrará en las rentas medias y bajas, con la rebaja del impuesto de sociedades y del IRPF, lo que hará que «millones de familias en España van a tener mayor poder adquisitivo».
El nuevo marco fiscal buscará también «cambiar el sesgo que mantiene la economía hacia el endeudamiento ajeno», por lo que se reforzarán los elementos fiscales tributarios para que las empresas se dirijan hacia la autofinanciación y fomenten en «ahorro empresarial». En concreto, Ferre precisó que habrá un «estímulo fiscal» cuando las empresas decidan no distribuir su beneficio y dejarlo en la propia compañía «sin necesidad de materializar en la compra de activos nuevos».
Para conseguir el desarrollo de las actividades vinculadas al I+D+i, Hacienda también contempla para la reforma el «retorno fiscal» o la «menor factura fiscal» para las empresas que gasten en I+D+i, siempre que el porcentaje de las actividades respecto a su facturación se sitúe por encima del 10% de la facturación. «Aquellas empresas con un compromiso mayor en I+D+i tendrán un incentivo fiscal cualificado respecto del resto», añadió.