El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, se reunirá este jueves, 22 de enero, con los principales representantes de las compañías aéreas y marítimas por separado, para instar a estas empresas a repercutir en los billetes el impacto de la caída del petróleo.
Según el Ministerio de Fomento, los precios de los billetes del transporte aéreo y marítimo «no van acompasados» con la repercusión del descenso de los precios del crudo. Compañías como Iberia, Air Europa y Air France ya han señalado que los precios los marca el mercado y que el impacto derivado de la bajada del precio del petróleo y su traslado al billete no es significativo. La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) viene reclamando a las compañías aéreas la rebaja de los recargos por combustible (la denominada tasa YQ), ante el desplome de los precios del petróleo, trasladando a los consumidores el ahorro de costes que conlleva, tal y como han venido incrementándola como consecuencia del incremento del precio del combustible en los últimos años. La capacidad de cara aerolínea para reducir o no las tarifas ante menores precios del crudo depende del margen de maniobra que le permita la compra anticipada de combustible y del precio fijo pactado en su momento con la entidad financiera, según la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (ACETA). Desde ACETA, patronal que agrupa a Iberia, Vueling, Air Europa, evelop, Iberia Express, Air Nostrum, y Binter Canarias entre otras, señalan que una posición común de las compañías en asunto de precios podría ser considerada una posición de cártel y, en consecuencia, sancionable por las autoridades de Competencia. El precio del combustible es un factor decisivo en la estructura de costes de una aerolínea, cuyo peso oscila entre el 30% y el 40%, dependiendo de las rutas. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que si el precio del combustible permanece estable, tras el ajuste por inflación, las tarifas de ida y vuelta (impuestos y tasas no incluidos), caerán un 5,1% en 2015.