Asegura que desconocía cómo se contabilizaban las tarjetas black

Carmen Contreras, ex jefa de auditoría de Caja Madrid, al juez: «No sé de contabilidad»

Gastó 266.800 euros -33.350 euros anuales- en compras personales, artículos de lujo y cuidados de peluquería y estética

Carmen Contreras, ex jefa de auditoría de Caja Madrid, al juez: "No sé de contabilidad"
Carmen Contreras. PD

Carmen Contreras es también una de las cinco personas que no se recataron de seguir pagando con las "blacks" entre enero de 2011 y mayo de 2012, cuando Caja Madrid ya era Bankia

Carmen Contreras, la que fue desde 2003 directora de auditoría interna de Caja Madrid, aseguró este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que pese a su cargo desconocía cómo se contabilizaban las tarjetas opacas, puesto que se ocupaba sólo de las «grandes magnitudes«.

Contreras insistió en que no estaba al tanto de que los gastos efectuados con estas tarjetas se cargaban a una cuenta de quebrantos para no tributar y respondió de forma sorprendente cuando el juez le preguntó cuál era su opinión al respecto ahora que se había descubierto todo.

«No lo sé, desconozco si era o no correcto porque yo no soy especialista en contabilidad», aseguró la directiva de forma tajante, según explicaron fuentes jurídicas presentes en la Sala.

UNA CARA COMO UN PIANO

La ex directora gerente de Obra Social en Caja Madrid, Carmen Contreras Gómez, ocupa por gastos el número once en la lista elaborada por Bankia con los nombres de los 86 directivos y consejeros que despilfarraron más de 15 millones de euros con sus tarjetas «B» entre 2003 y 2010.

La ejecutiva acumuló un total de 266.800 euros -33.350 euros anuales- en compras personales, artículos de lujo y cuidados de peluquería y estética, una selección de «caprichos» que poco tiene que ver con el cometido laboral de una ejecutiva vinculada al desarrollo de proyectos y causas sociales.

Incluida en el grupo de directivos sin siglas políticas, tiene además vínculos familiares con otro de los nombres que aparecen reseñados en este episodio de infamia nacional, el de su hermano José Carlos Contreras Gómez.

Aunque este último «tiró» de la tarjeta con bastante menos frecuencia que la primera, lo suficiente para acumular 21.816,98 euros en dos años, en 2003 y 2004.

Según el mismo documento, Carmen Contreras es también una de las cinco personas que no se recataron de seguir pagando con las «blacks» entre enero de 2011 y mayo de 2012, cuando Caja Madrid ya era Bankia, y a pesar de que estos cinco sujetos no llegaron a formar parte de su plantilla. Aun así, la nueva entidad asumió esos gastos difícilmente justificables .

LA CARADURA DE AMAT

Este viernes, 13 de marzo de 2015, compareció también el exdirector general de la caja, Matías Amat, número 2 de Miguel Blesa en la entidad.

Según dijo, aunque ha depositado en el juzgado los 429.000 euros que gastó con la tarjeta opaca, espera que le sea devuelto ese importe, puesto que «se trataba de gastos de libre disposición y no hay ninguna ilegalidad».

Al igual que otros de los directivos y consejeros imputados que han ido pasando por el juzgado en los últimos días, Matías Amat aseguró que consumía «hasta el límite» el saldo de la tarjeta, ; en su caso, este límite llegó a ser de 60.000 euros al año.

Entre otros gastos, Matías Amat uso la tarjeta para pagar hasta 15.000 euros en una tienda de arte sacro y cargó también el alquiler de una embarcación de recreo o compras en joyerías o clubes de golf.

Todo, según dijo, porque no se exigían justificantes y pensaba que estaba declarando por esas retribuciones porque estaban incluidas en su certificado de retenciones.

Tras Matías Amat, compareció el ex consejero ejecutivo Mariano Pérez Claver, que gastó 354.100 euros con su visa black y que utilizó el plástico durante alrededor de un año cuando ya se encontraba en excedencia, trabajando como presidente del antiguo grupo SOS Cuétara.

«¿Cómo era posible que dispusiera de ese complemento salarial sin trabajar?», le preguntó el fiscal.

«Lo ignoro, pero entendía que no era ilegal».

Pérez Claver respondió sobre un correo electrónico remitido a la caja en la que proponía cargar a la tarjeta las mejoras de su vehículo de empresa.

A este respecto, dijo que no vio «ningún problema» al ser un complemento retributivo y por ello se lo pidió al director financiero Ildefonso Sánchez Barcoj.

Con todo, puso de manifiesto que él mismo invirtió también en acciones de Bankia en la salida a bolsa «y tuve unas pérdidas que no voy a reclamar».

El exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno ha asegurado, por su parte, que llevaba «una contabilidad más o menos casera» de los gastos que cargaba aunque Caja Madrid nunca le facilitó información sobre su saldo. Spottorno estuvo un año sin sacar dinero en efectivo porque «no sabía que se podía».

«Todo era a cargo de la caja»

Una de las conclusiones más importante entre la docena de comparencias de este viernes ante el juez Fernando Andreu la puso sin embargo el exdirector de Riesgos y antiguo miembro de la comisión de Auditoría Ramón Martínez Vilches:

«Miguel Blesa me dijo que todo corría a cargo de Caja Madrid».

El expresidente de la entidad informaba a consejeros y directivos y establecía los límites.

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