España mantiene su título como la locomotora económica de la UE

Christine Lagarde: El FMI mejora sus previsiones para España tres décimas y vaticina que crecerá un 2,6%

Christine Lagarde: El FMI mejora sus previsiones para España tres décimas y vaticina que crecerá un 2,6%
Christine Lagarde. FM

El Fondo Monetario Internacional publicó en Washington su última edición de las Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) donde España mantiene su título como la locomotora económica no sólo de Europa sino del resto de las economías avanzadas.

El equipo liderado por Maurice Obstfeld, consejero económico y director del Departamento de Análisis de la institución, estima que nuestro país crecerá este año un 2,6%, tres décimas más de lo previsto a comienzos de año y una mejora de casi medio punto porcentual cuando se compara con las cifras publicadas el pasado octubre.

Una mejora que el Fondo achaca a la «fuerte demanda doméstica», una característica no sólo particular de los españoles sino también de los alemanes, que «sorprendió» al alza junto con el aumento de las exportaciones en Japón.

Factores que han contribuido a que la institución liderada por Christine Lagarde haya mejorado el crecimiento de las economías avanzadas hasta el 2% este año desde el 1,7% registrado en 2016. Una revisión al alza de una décima con respecto a las cifras publicadas el pasado 16 de enero. El FMI mejora el crecimiento mundial pero advierte sobre los riesgos procedentes de EEUU y China.

De hecho, el cuadro macroeconómico presentado por Obstfeld y sus economistas es incluso algo más optimista que las previsiones presentadas por el Gobierno de Mariano Rajoy que recordemos espera que la economía se expanda un 2,5% este año. Donde el Fondo es sensiblemente más pesimista es en sus previsiones sobre la tasa de paro para nuestro país, que este año caerá casi dos puntos porcentuales con respecto los niveles registrados el año pasado hasta situarse en el 17,7%.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró a finales de marzo durante la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que un crecimiento económico del 2,5% «permitirá la creación de más de medio millón empleos y situar la tasa de paro en el 16,6% al cierre del ejercicio». Un porcentaje en la tasa de desempleo que el FMI no cree que España alcanzará hasta el año que viene.

No debemos pasar por alto que si ponemos en contexto las últimas estimaciones publicadas por el Fondo, la economía española así como otros países europeos, como Alemania o Italia se encaminan ya hacia un debilitamiento sostenible de la actividad. España creció el año pasado un 3,2%, este año lo hará un 2,6% y el que viene seguirá frenando su avance con una expansión del 2,1%. A medio plazo, el FMI proyecta una continuidad de esta tendencia situando el crecimiento del PIB español en el 1,6% en 2022.

«En Alemania, Estados Unidos y un número de economías avanzadas en Europa y Asia, la producción está cerca o por encima de su potencial», indican los funcionarios de la institución, una situación que no es así para España, Francia, Portugal, Italia y especialmente Grecia, donde la producción se mantiene «significativamente por debajo de su potencial». Para estas economías, donde se incluye la española, el recetario del Fondo para evitar un estancamiento de los precios y reanimar los salarios es ya familiar.

Política monetaria acomodaticia

La política monetaria debe mantenerse acomodaticia, dependiendo en estrategias poco convencionales, en busca de impulsar la inflación y rebajar los costes reales de las familias y las empresas. En este sentido, el FMI estima que la inflación en España crecerá este año hasta el 2,4% para situarse en el 1,4% el próximo año.

Aún así, los estímulos monetarios deben venir acompañados de un apoyo fiscal, aprovechando el margen de maniobra, donde lo haya para proteger a los más vulnerables e impulsar el crecimiento. En los países que no cuenten con esta posibilidad habrá que atajar el apalancamiento privado, especialmente de las empresas, y limpiar los balances bancarios. Todo ello debe llegar aderezado con reformas estructurales que mejoren la productividad, potencien la inversión y la oferta laboral.

Recordemos que durante la presentación de su Artículo IV sobre nuestro país el pasado diciembre, Andrea Schaechter, la jefa de la misión del FMI para España, señaló que pese a los notables avances, el ajuste «sigue siendo incompleto y persisten debilidades estructurales».

Con estas palabras se refirió concretamente al desempleo, especialmente el de larga duración y el juvenil, sigue siendo muy elevado, y esta extendida la utilización de contratos temporales en las nuevas contrataciones. Por otra parte, Schaechter avisó que debido a la alta deuda pública, al sobreendeudamiento persistente en algunos ámbitos del sector privado y a la abultada posición de inversión internacional neta negativa, la economía continúa siendo vulnerable a las perturbaciones económicas.

La misión del FMI consideró entonces que España «puede permitirse un aumento de los ingresos», para lo que recomendó una reducción gradual de las exenciones del IVA así como revisar el revisar el gasto en sanidad y educación. Aún así, para ahondar más en estas cuestiones debemos esperar a la publicación el miércoles del Informe Global de Estabilidad Financiera (GFSR, por sus siglas en inglés) así como el Monitor Fiscal.

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