Llegó el fin de una era. El Banco Central Europeo (BCE) dejará en los próximos días de comprar deuda bajo el paraguas del programa QE.
Así, pondrá fin en enero al billonario plan con el que ha adquirido bonos de países y empresas los últimos tres años. En total, el desembolso ha superado los dos billones.
En todo caso, el grifo no se corta del todo. De hecho, “el QE no termina”, se apresuraba a explicar Mario Draghi, presidente del BCE, en la rueda de prensa tras la reunión del consejo del BCE. Y es que la entidad seguirá inyectando dinero al reinvertir la deuda que ha comprado y va venciendo.
La medida, esperada, tenía dos incógnitas. La primera, la cantidad a reinvertir, que será toda la que venga de los vencimientos. Y la segunda, por cuánto tiempo, donde no ha habido tanto detalle.
Se hará durante un período «prolongado» -más allá de verano de 2019 como mínimo- y durante el tiempo que sea «necesario». La idea, «mantener» las condiciones de liquidez y un «amplío grado» de acomodación monetaria.
La decisión puede elevar los costes de financiación de España, que encara el fin de las compras con una deuda cercana al 100% del PIB, ya que el BCE era un ‘cliente’ seguro en las emisiones que mantenía los tipos bajos.
La situación es especialmente preocupante con el horizonte de desaceleración económica que enfrenta tanto la economía nacional como la europea.
Los expertos apuntan que la retirada de estímulos permitirá que la entidad tenga margen de maniobra si llega una nueva recesión. En este sentido, la entidad ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos años, con una décima menos en 2018 (se crecerá el 1,9%), otra menos en 2019 (1,7%) y mantiene la de 2020 (1,7%).
También ha apuntado por primera vez que en 2021 el avance será del 1,5%. En cuanto a la inflación, cerrará este año en el 1,8%, por encima de la previsión anterior; caerá al 1,6% en 2019 y se elevará una décima en 2020 y otra en 2021, hasta volver al 1,8%. En todo caso, sin alcanzar el objetivo de una inflación del 2% que busca la entidad.
Los tipos, sin cambios
Tras la reunión, el BCE anunció que los tipos de interés se mantienen sin alteración, sin mayores pistas de que se mantendrán en esos niveles hasta después del verano, según se lee en el comunicado que ha lanzado la entidad tras su reunión de política monetaria.
Así, la referencia general sigue en el mínimo histórico del 0%. Asimismo, continuará cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y les seguirá prestando a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).
