Sorpresa y d ela sgordas, que sin duda agitará las bolsas y mercados ().
En un revés inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló este 5 de mayo de 2019 en Twitter que las negociaciones comerciales entre su país y China eran «muy lentas» y acusó a Pekín de querer «renegociar» los planes en marcha.
Una situación que ha llevado al inquilino de la Casa Blanca a retomar el pulso arancelario con el gigante asiático y elevar los gravámenes sobre un catálogo de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares desde el 10% actual hasta el 25% a partir del próximo viernes.
«Durante 10 meses, China ha pagado aranceles a EEUU del 25% sobre 50.000 millones de dólares en alta tecnología y del 10% sobre 200.000 millones de dólares en otros bienes. Estos pagos son parcialmente responsables de nuestros grandes resultados económicos. El 10% subirá hasta el 25% el viernes»
Eso destacó el republicano en uno de los tuits publicados este domingo, según recoge Jose Luis de Haro en ‘El Economista’.
De esta forma, Trump desenterró de nuevo el hacha de guerra comercial, amenazando además con imponer aranceles del 25% sobre el resto de bienes chinos por valor de 325.000 millones de dólares que todavía no se han visto afectados por el duelo arancelario que comenzó a comienzos del año pasado entre los dos países.
«El acuerdo comercial con China continúa, pero muy lentamente, mientras intentan renegociar. ¡No!».
EEUU y China entraron el pasado diciembre en una tregua en la que delegaciones de ambos países han negociado el marco para un posible acuerdo comercial que frenase la escalada arancelaria que ha llegado a tasar más de la mitad de importaciones chinas que llegan al país norteamericano.
….of additional goods sent to us by China remain untaxed, but will be shortly, at a rate of 25%. The Tariffs paid to the USA have had little impact on product cost, mostly borne by China. The Trade Deal with China continues, but too slowly, as they attempt to renegotiate. No!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de mayo de 2019
Hasta la fecha, las dos economías más grandes del mundo han impuesto gravámenes a un grupo de productos por valor de 330.000 millones de dólares aproximadamente.
Sorprendentemente, los tuits de Trump se producen justo después de finalizar la novena ronda de negociaciones la semana pasada en Pekín, donde ambos equipos negociadores se mostraron optimistas sobre la posibilidad de anunciar un acuerdo definitivo este mismo viernes.
De hecho, está previsto que el miércoles, el viceprimer ministro chino, Liu He, y una delegación de más de un centenar de funcionarios del país asiático visiten la capital estadounidense para completar estas conversaciones.
En los borradores filtrados hasta el momento se ha contemplado el compromiso de China por comprar más productos estadounidenses, incluida soja y productos energéticos, hasta 2025 y permitirá las compañías estadounidenses que operan en China puedan contar el 100% de propiedad extranjera como compromiso vinculante que puede desencadenar represalias si no se cumple.
Ambos equipos negociadores han trabajado desde finales de marzo en distintos memorandos de entendimiento escritos que cubren un total de seis áreas entre las que se incluyen la transferencia forzada de tecnología y el robo cibernético, derechos de propiedad intelectual, servicios, divisas, agricultura y barreras comerciales no arancelarias.
El pasado viernes, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, señaló el viernes durante una entrevista con la CNBC que Trump tenía la esperanza de poder llegar a un acuerdo con China. Previamente, el miércoles, la Casa Blanca dijo que la última ronda de conversaciones había acercado a Pekín y Washington a un acuerdo.
La secretaria de prensa Sarah Sanders indicó que las discusiones seguían centradas en lograr «avances sustanciales en importantes cuestiones estructurales y en reequilibrar así la relación comercial entre EEUU y China».
Dicho esto, los principales puntos conflictivos entre ambos países han virado alrededor del robo de propiedad intelectual y las transferencias forzadas de tecnología. También ha habido desacuerdos sobre si los aranceles impuestos hasta ahora deberían eliminarse o permanecer como parte de un mecanismo de cumplimiento de lo acordado.