Smartick Chess, el diseño de una aventura para que los niños aprendan a jugar al ajedrez

Gracias a su gamificación, adentra a los pequeños en el apasionante mundo del ajedrez, conociendo de forma divertida el origen del ajedrez y sus anécdotas. Smartick Chess ofrece, de forma gratuita, un plan de estudios para que niños desde los 4 años aprendan nociones básicas de ajedrez y jueguen partidas

Smartick Chess, el diseño de una aventura para que los niños aprendan a jugar al ajedrez

Gambito de dama demostró que el ajedrez necesitaba una buena serie para que se popularizara. Corría 2020 y hubo furor por el ajedrez, un juego que desarrolla habilidades mentales que vienen bien para afrontar las matemáticas o cualquier disciplina que requiera razonamiento o lógica. ¿Cómo conseguir aficionar a los niños a este juego de habilidad mental con más facilidad? ¿Quizás con un diseño de un curso online para ellos, con una estética muy cuidada, con unos personajes de cuento? Eso pensaron en Smartick, que acaba de lanzar Smartick Chessun viaje gratuito y online con lecciones fascinantes sobre cómo aprender a jugar y la historia de este juego ancestral, con el asesoramiento de ajedrecistas de la Federación Española de Ajedrez. Los niños aprenderán en un entorno seguro, sin redes sociales, concentrados y con la posibilidad de jugar partidas con otros alumnos. Sus padres sabrán así que, lejos de perder el tiempo con pantallas, sus hijos estarán dedicados al aprendizaje del ajedrez, de la mano de los mejores maestros. 

Los artífices de esta plataforma de formación para niños han querido que el aprendizaje sea como un viaje de varias lecciones por la estrategia del ajedrez y de su historia. Los niños entrarán en un museo, a modo de visita escolar, especializado en el mundo de este juego milenario. Lo harán de la mano de un guía que será el que les abra los videotutoriales. Dependiendo de cómo vayan superando la lección, él les irá contando por capítulos otras aventuras que corrieron sus sobrinos cuando fueron a visitarle. 

En la primera aventura, en la que se engloban las primeras lecciones de la fase de iniciación, los niños van visitando distintos momentos y lugares importantes en la historia clásica del ajedrez. Tienen que encontrar el tablero y las piezas originales que pertenecieron a Sisa, el creador del juego, según la leyenda, ideado para entretener a su poderoso señor. Los pequeños tendrán que vencer al malvado Darklord, que quiere el poder de Sisa para controlar el mundo del ajedrez. Los personajes y los vídeos han sido diseñados por un equipo de arte que cuenta con ilustradores como Roc Alemany, Roberto Martínez Rufián, Mayte C. Goñi y Marta Elzaurdia. «Sabíamos que una de las grandes diferencias con otros sitios tenía que ser conseguir una estética muy cuidada, que atraiga a niños que, a priori, a lo mejor no se habían planteado acercarse al mundo del ajedrez», explica Daniel González de Vega, cofundador de Smartick. 

Cuando acaban las lecciones y la historia, los alumnos pueden acceder a otra sala en la que podrán jugar contra otros niños y personajes de la historia que han vivido, porque, por supuesto, no se puede obviar la motivación de competir con otros niños. En Smartick Chess hay un sistema de niveles: Madera, Hierro, Bronce, Plata, Oro, dependiendo de cómo vayan jugando esas competiciones. Dentro de cada nivel, además, hay peones, caballos, alfiles, torres, damas y reyes. Todos empiezan por el peón de madera 

Desde su fundación, Smartick, centrado entonces en reforzar de la mejor manera las matemáticas de los niños, incorporó juegos diseñados para potenciar la memoria, la lógica y la estrategia. «El ajedrez es un paso muy lógico porque refuerza esas habilidades y, además, también otras, como una competitividad sana, la tolerancia a la frustración, el pararse a pensar, el aprender del error», explica Daniel González de Vega, cofundador de esta plataforma online de aprendizaje de las matemáticas y de lectura para niños de 4 a 14 años. 

«Pero éramos conscientes que, de entrada, para muchos niños ajenos al ajedrez, hay una barrera de juego difícil, complicado y nosotros queríamos romperla y llevar a los niños de la mano por esta aventura. Además, queríamos rendir homenaje al mundo del ajedrez honrando su historia, que los niños sean conscientes de que están jugando a algo que nos viene de hace muchos siglos», añade. «Y, como hacemos siempre nosotros, aprovechando todas las herramientas que nos proporciona la tecnología para personalizar la enseñanza. Hemos querido contar con asesores de la Federación Española de Ajedrez».

Fuente Comunicae

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