Trasteros de alquiler

El boom inmobiliario ha convertido el espacio en un bien cada vez más escaso. El reducido tamaño de apartamentos y minipisos, la única opción para los que no pueden pagar los desorbitados precios de las casas, plantea a muchos inquilinos serios problemas de organización. En los últimos años, las fórmulas para solucionar la ausencia de sitio se han multiplicado y algunas empresas ya han comenzado a hacer negocio con los trasteros.

Este tipo de habitáculos no abunda en la capital. De ahí que numerosas empresas hayan ideado fórmulas para paliar este problema. En Madrid existen ya compañías que ofrecen espacios de almacenaje -desde uno hasta 50 metros cuadrados- con ventajas adicionales a los trasteros comunes y a los guardamuebles tradicionales.

Así, los arrendatarios de estos originales habitáculos disponen de llaves para acceder a ellos las 24 horas del día, cuentan con vigilancia, alarma y seguro en caso de robo.

Las compañías dedicadas a este negocio disponen de grandes solares con cientos de habitáculos de distintos tamaños, que alquilan a aquellos que necesitan un lugar donde almacenar las cosas que ya no caben en casa.

La diferencia con los tradicionales espacios de almacenaje estriba en la libertad que tiene el inquilino para acceder a su trastero a cualquier hora del día, como si se encontrara en su propia vivienda.

Los trasteros disponen de vigilancia, alarma individual y seguro en caso de robo. Cada usuario tiene una llave para pasar a su habitáculo y cuenta con una clave personal que le permite acceder las 24 horas del día a los recintos donde se encuentran estas habitaciones. Existen módulos desde un metro cuadrado por un precio de 16,95 euros al mes.

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