Casas de tres, cuatro y cinco estrellas

No todas las casas son iguales. Las hay de tres, cuatro y cinco estrellas. También de una sola y hasta tan malas, que equivalen a una sórdida pensión El drama es que a diferencia de lo que ocurre con los hoteles, donde a la hora de reservar habitación podemos intuir qué nos vamos a encontrar dependiendo de su clasificación, al ir a comprar vivienda, no hay un indicador objetivo -más allá del precio- de si lo que vamos a comprar es de calidad media, media-alta, baja o de lujo.

Es habitual presentar todas las viviendas como ‘exclusivas’, cuando en la mayoría de los casos, lo único de ‘exclusivo’ de muchas de esas nuevas promociones son los precios.

Soraya de las Heras reporduce en El Mundo su conversación con Carlos Ferrer-Bonsoms, director de Suelo y Residencial de Jones Lang LaSalle:

«Es una muletilla que se emplea mucho, igual que antes se usaba la de ‘alto standing’, pero es cierto que no todas las casas son exclusivas. De hecho, hoy en día hay muy pocas casas que sean auténticamente exclusivas o de lujo. La mayoría de las viviendas que se construyen son de gama media o gama media-alta».

El término ‘alto standing’ o ‘lujo’ se emplea con demasiada alegría» bajo el punto de vista de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Memoria

«Lo que verdaderamente debe dar la pista sobre la calidad de la vivienda es la memoria de calidades, documento contractual por otra parte. Nosotros ya hemos denunciado lo poco específicos que son estos documentos y la escasez de información que ofrecen al adquiriente de la vivienda, siendo una puerta abierta a un cúmulo de incumplimientos por parte de la promotora o de la constructora», continúan desde la organización. «El término ‘o similar’ es inaceptable, máxime cuando se publicita la vivienda como ‘de’ ‘lujo’», concluyen en la OCU.

Claro que tampoco hay que equivocarse: el hecho de que las viviendas no sean de lujo no significa que sean de mala calidad. Lo que ocurre es, simplemente, que no pueden llamarse ‘únicas’ cuando no cuentan con los servicios o prestaciones de las verdaderas casas exclusivas.

Madera

«La vivienda ‘standard’ de gama media lleva pintura de gotelé, por ejemplo, suelos de entarimado de madera de precios económicos, sanitarios de alguna marca comercial, pero en su gama más económica, los baños no van en mármol, sino alicatados y las puertas, por citar otro ejemplo, no son de madera, sino chapadas», apunta Gustavo Samayoa, asesor jurídico de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI).

«En las casas de gama media predomina el parqué en las zonas nobles y las cerámicas en las zonas húmedas. Las ventanas exteriores son de aluminio termolacado de gama baja y, en el interior, predominan los acabados en roble aunque los armarios empotrados no suelen ir revestidos interiormente», señalan desde la consultora Grupo i.

Además de las calidades, la ubicación de la vivienda y su superficie y tipología son otros de los aspectos que nos dicen mucho de la casa. Casi todas las viviendas en altura que se construyen en la actualidad son de gama media. «Hasta los 120 metros cuadrados estaríamos hablando de las viviendas de tres estrellas», dicen desde Jones Lang LaSalle y la FUCI.

«Decir que un residencial con piscina y pista de pádel es exclusivo es mucho decir, cuando casi todas las promociones de gama media ubicadas fuera del centro de la ciudad ya incorporan estas dotaciones», señala Ferrer-Bonsoms, aludiendo a las dotaciones.

Un paso más se da si, además, la promoción incluye gimnasio y sauna. En ese caso, serían casas de cuatro estrellas y su superficie también es mayor: desde 120 a 180 metros cuadrados.

Prestaciones

En cuanto a las calidades de la gama media-alta, «incorporan preinstalación de aire acondicionado y de alarmas, la pintura de la casa ya no es gotelé, sino que tienen tabiquería lisa, en lugar de cerámica aparece el mármol y el granito, las puertas no son chapadas sino que son de madera, entre otros detalles», asegura el asesor jurídico de la FUCI.

Pero donde verdaderamente hay diferencias es en los hogares de cinco estrellas: «La calefacción va por suelo radiante con lo que las casas no tienen radiadores, las paredes se aíslan con corcho, incorporan cajas de seguridad, armarios climatizados para guardar pieles, las cocinas y los baños son de diseño y el mármol es especial, tienen duchas hidromasaje y bañeras con ‘jacuzzi’, seguridad las 24 horas, domótica, etcétera», concluye Samayoa.

Grupo i añade características a la lista: vídeoportero con interconexión con vigilancia exterior, aire acondicionado, instalación de alarmas volumétricas en vivienda y accesos, hilo musical, ‘home-cinema’, antena parabólica, sistemas de aspiración centralizada, radiadores toalleros…

En la consultora Jones Lang LaSalle consideran que también podemos encontrar casas de tres, cuatro y cinco estrellas dependiendo de la tipología: «Los áticos suelen ser productos de lujo porque suelen incorporan materiales y calidades de gama alta. Los áticos-dúplex también entrarían en esta categoría pero más por la parte de ático que por la de dúplex. Y su superficie puede partir de los 200 metros cuadrados», concluye Carlos Ferrer-Bonsoms.

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