Apartamentos turísticos, una solución parcial a la vivienda

Una figura inmobiliaria poco conocida por el gran público, pero perfectamente regulada y explotada en las zonas turísticas de costa, puede resultar una solución parcial al acuciante problema de la vivienda en las principales capitales españolas.

Se trata de los llamados Apartamentos Turísticos, una vivienda con todos los estándares residenciales y algún que otro valor añadido, ya que la ley permite su adquisición como vivienda habitual, pero con unas condiciones económicas de compra o alquiler más favorables, al estar asentadas sobre suelo terciario, más asequible en precio que el residencial.

El componente fiscal se alivia de burocracia, por la consideración de estos inmuebles como negocio, por lo que rige el Impuesto de Valor Añadido y no el de Transmisiones Patrimoniales, a la hora de cubrir transacciones, según redacta Angel Alonso de EFECOM.

Y tampoco es desdeñable el factor jurídico, que permite un rápido desalojo de morosos, ya que la regulación de estos inmuebles corresponde a una ley ex profeso y no a la de Arrendamientos Urbanos que, aunque mejorada en su último trámite, todavía concede bastante discrecionalidad al inquilino renuente al pago.

De este modo, un impagado puede ser desalojado de forma casi instantánea como podría suceder con un cliente de hotel que no abona su factura, al que sin más preámbulos se le ponen las maletas en el vestíbulo.

El único inconveniente es que la ley reguladora de estos apartamentos con el calificativo legal de turísticos obliga a los inquilinos o propietarios a un anuncio de cesión en alquiler a terceros por un periodo de un mes, en un solo bloque o troceado en varios.

La idea de promover estos apartamentos turísticos la protagoniza Rafael Gómez Arribas, administrador único y propietario de la sociedad Reforma de Pisos, quien en declaraciones a EFE calificó estos apartamentos como una vivienda temporal «pret a porter».

Porque, como él mismo precisa, «para toda la vida ya no hay nada, ni siquiera la propia vivienda que hoy es utilizada por los propietarios como posible trueque para las atenciones a recibir en residencias de tercera edad con un mínimo de calidad».

Gómez Arribas va a promover en Madrid uno de los proyectos más ambiciosos de esta fórmula residencial: una promoción en el Corredor del Henares de 1.500 apartamentos, que ya cuenta con una primera fase de 270 unidades, y que supondrá una inversión de 200 millones de euros.

El promotor desdobla esta posibilidad de negocio desde la doble perspectiva turística y residencial, cuando la encuadra «a medio camino entre el residencial puro y el hotelero puro, con un nicho importante de mercado, que puede estar en torno a los 200.000 apartamentos».

Turismo y Madrid no han sido tradicionalmente términos asociados, pero Gómez Arribas pone sobre el tapete dos datos irrefutables: que la capital española recibe un flujo importante de turismo, fundamentalmente de negocios, que le lleva a mantener una población flotante diaria en torno al millón y medio de personas, y que ese turismo capitalino no entiende de estacionalidad, es decir es uniforme, en cuanto a visitantes, todo el año.

Desde la perspectiva de la vivienda, Gómez Arribas apela a esa población estudiante de provincias u opositora con dificultades de alojamiento en las escasas plazas de colegios mayores, o que tienen que acudir a una vivienda sin los servicios añadidos de los apartamentos turísticos y a precios de mercado en alquiler por encima de este tipo de viviendas.

La tipología del apartamento turístico también puede servir de impulso a una mayor movilidad geográfica de las empresas, ya que este tipo de inmuebles puede facilitar la aceptación de nuevos destinos por parte de los trabajadores, que, hasta ahora, siempre han alegado en contra, las dificultades de encontrar vivienda o pagar un precio muy alto por la misma.

Como ejemplo, el administrador único de Reforma de Pisos, asegura que un apartamento turístico en Madrid de un dormitorio, con una superficie de 50 m2, plaza de garaje, piscina y conserje, varía en alquiler mensual entre 500 y 600 euros, cuando en el mercado libre, en las mismas condiciones, supera con creces los 750 euros.

Gómez Arribas apunta que en Madrid ya hay un millar de este tipo de apartamentos, «pero muy diseminados y no se han planteado como un producto singular y con potencial demanda creciente».

Reforma de Pisos es una sociedad inmobiliaria, cuyo objeto social fundacional es la rehabilitación de inmuebles, pero que opera también en los ámbitos constructor, promotor y de ingeniería, con presencia en varias capitales españolas, y en el exterior, en Lisboa.

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