Al igual que París o Roma, Madrid dispondrá de un gran obelisco, en este caso de acero y bronce, de 120 m de altura, 6 m de diámetro, rodeado de agua, diseñado por el polifacético Santiago Calatrava y situado en la Plaza de Castilla. Se trata de un monumento llamado a convertirse en una de las construcciones más altas de la ciudad, por encima de las torres “Puerta de Europa” pero por debajo de las torres de la futura Ciudad Deportiva del Real Madrid.
Sin embargo algunas informaciones indican que el “monolito” podría quedarse en 70 m de altura debido al alto coste del mismo, unos 14.500.000 €, y a las dificultades técnicas que entraña la ejecución de su estructura:
– Un tubo de acero a lo largo del cual serán engarzados varios anillos que girarán entorno a él, generando una sensación de movimiento.
– Y la cimentación, 3 grandes pilotes que deben quedar perfectamente integrados en la estructura del futuro intercambiador de transporte que se prevé construir bajo la Plaza de Castilla.
Con esta “escultura” Calatrava afirma haber “querido crear una obra del siglo XXI, con referencias no sólo al siglo XX, sino también ancestrales” combinando la masculinidad (trazos verticales) con la feminidad (delicadeza y movimiento).