Mansiones que cuestan más de 100 millones

Todavía no ocurre en España, pero todo se anadará. La mansión que ofrece Donald Trump en Palm Beach tiene todos los lujos que pueden esperarse. Los baños con azulejos de mármol lucen grifos de oro de 20 quilates. Una enorme fuente recibe a los invitados a la entrada y en la parte posterior hay 465 pies de playa.

Quizás lo más espectacular de la mansión sea el precio: $125 millones. Pero no es la única ni la más cara. Una residencia en Aspen, Colorado, se ofrece a $135 millones, y otra en Lake Tahoe, Nevada, se cotizó recientemente a $100 millones.

Esos precios representan un hito en el mundo de los bienes raíces en EEUU: la primera vez que han llegado a los nueve dígitos, según los expertos, y ha ocurrido con rapidez.

Una encuesta en mayo de Forbes.com sobre las casas más caras mencionó la de Trump como la más costosa y la primera en superar la barrera de los $100 millones. En ese entonces, la segunda más cara era una mansión de $75 millones en Bridgehampton, Nueva York.

Ahora, las tres más caras hacen preguntarse a los observadores si se venderán a esos precios y qué puede conseguir uno por $100 millones.

»Me sorprende que el público haya tardado tanto en darse cuenta del valor», comentó Trump. «Soy el que empezó la tendencia y me sorprende que la gente no lo haya hecho antes».

Por lo general el 10% superior de cualquier mercado es considerado de lujo, aunque estas propiedades están todavía un paso más arriba.

»Son propiedades de superlujo», dijo Trump, el magnate de bienes raíces.

Shari Chase, cuya compañía Chase International ofrece la mansión de Lake Tahoe, admitió que el nuevo nivel de precios parece asombroso.

»Esto es estratosférico, pero creo que vamos en esa dirección», dijo Chase.

A estos precios, los dormitorios y baños son casi irrelevantes. Las mansiones, al igual que sus precios, son enormes.

En la mansión de Aspen, propiedad del príncipe saudita Bandar, la residencia principal tiene unos 54,250 pies cuadrados, unos 970 pies cuadrados más que la Casa Blanca. Y se alza en un terreno de 94 acres.

¿Alguien podría necesitar todavía más espacio? La residencia recién ofrecida en Lake Tahoe, propiedad de Joel Horowitz, cofundador de Tommy Hilfiger Corp., tiene 36,812 pies cuadrados de vivienda en un terreno de 207 acres. En la recepción luce una fastuosa escalera que replica la del Titanic.

De menor terreno pero mayor en superficie es la residencia de Trump, llamada Maison de L’Amitie, que compró por unos $41 millones en el 2004. Asignó las renovaciones a Kendra Todd, ganadora de su programa El aprendiz, cuyo premio es un contrato para trabajar en su empresa.

La propiedad tiene unos 77,500 pies cuadrados en varios edificios. En la recepción hay armarios y baños separados para damas y caballeros. También tiene una despensa del tamaño de un comercio. Ni falta hace decir que ostenta una enorme piscina con vista al océano.

Sara Clemence, una editora de Forbes.com, dijo que las propiedades de superlujo han estado subiendo de precio durante años, pero que superar los $100 millones ha sido significativo.

»Una de las cosas que me sorprende es que todo esto esté sucediendo simultáneamente», dijo Clemence. «No estoy seguro de que estos vendedores y agentes inmobiliarios están observándose mutuamente o si es que llegaron a la misma conclusión a la vez… que se puede poner a las propiedades precios de $100 millones y más».

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