Es de aurora boreal. María Antonia Trujillo, ministra de Vivienda en el Gobierno Zapatero, asegura que el «movimiento okupa» es «una forma de vida alternativa. Y lo dice sin sonrojarse, sin sopesar que su puesto es´tá al lado de la legislación vigente y olvidando que los que ocupan casas la consideran culpable de buena parte de los «males inmboliarios» que apdece España.
Trujillo matiza que dicho movimiento «no necesariamente está relacionado con el acceso a una vivienda digna, sino que es una forma de vida alternativa, por cierto, muy extendida en algunos lugares del mundo, sobre todo en la Unión Europea, desde Berlín, a Londres, a Amsterdam».
Para hacer frente al movimiento okupa, agrega la ministra durante su intervención en el Fórum Europa, «tenemos el ordenamiento jurídico con medidas punitivas en el Código Penal» o medidas en las leyes de expropiación o en las normativas de vivienda de las comunidades autónomas.
La Constitución, argumenta la ministra, garantiza «el derecho a la propiedad privada, el derecho a una vivienda digna y adecuada, y muchos otros derechos», y a eso se une un Código Penal en el que «hay penalizadas determinadas actuaciones».
«Por tanto, aun siendo un modo de vida alternativa, se tiene que regir por los cauces que establece la legislación», concluye Trujillo.
El precio de la vivienda
La ministra de Vivienda se muestra esperanzada en que el precio de la vivienda libre -nueva y usada- en España siga con su línea de «desaceleración moderada» durante los próximos trimestres, de manera que «pueda coincidir más o menos con la subida del IPC».
Trujillo destaca que en enero dará a conocer el crecimiento del precio de la vivienda en el conjunto del ejercicio de 2006, pero aseguró que «esperemos y confiemos que sigamos con el «aterrizaje suave» de los precios, porque es lo que queremos todos».
En este sentido, la titular de Vivienda, añade que «lo que queremos es que el precio de la vivienda, «de forma suave, pero trimestre a trimestre y de forma acelerada en los últimos trimestres», pueda equipararse con la subida del IPC.
