Los Mossos desalojan la fábrica `okupado´ de Barcelona


Los Mossos d’Esquadra desalojaron en la tarde del miércoles, sin que se produjeran incidentes, la antigua fábrica de Can Ricart, en el barrio barcelonés del Poblenou, okupada desde el pasado 2 de diciembre por miembros del colectivo La Makabra. La intervención de la policía autonómica catalana se ha producido después de que el titular del juzgado de instrucción número 27 de Barcelona autorizara el desalojo.

El juez Emili Soler ha ordenado en un auto el desalojo cautelar de las instalaciones, al considerar, una vez ha tomado declaración al propietario de los terrenos, Frederic Ricart, y a los guardias jurados que custodiaban el recinto en el momento de la ocupación, que ésta se hizo con violencia e intimidación.

En cumplimiento de la orden judicial, diversas dotaciones de los Mossos d’Esquadra han entrado a primera hora de esta tarde en Can Ricart y han identificado a las 39 personas que en ese momento se encontraban en el interior de la fábrica, de donde han salido custodiados los okupas sin que se hayan registrado incidentes.

En conversación telefónica con ELPAIS.com desde el interior de Can Ricart, Pablo, uno de los ocupantes, ha contado que la intervención policial se ha llevado a cabo sin violencia. Ante la inminencia del asalto policial, ha relatado, los jóvenes se concentraban en una sala donde eran después identificados por los agentes, algunos de paisano pero con el rostro cubierto.

Mientras unos procedían a su traslado en furgones policiales otros peinaban el aula de ordenadores, probablemente para incautarse de documentación.

En el auto, el magistrado señala que el modo en que se produjo la usurpación de los terrenos fue «con empleo de la violencia e intimidación» por parte de los okupas, que, tras amenazar a los guardias jurados, accedieron al interior «sin el permiso ni el consentimiento del dueño, Frederic Ricart, que el pasado lunes acreditó ante el juez la propiedad de la finca y solicitó su inmediato desalojo».

La resolución judicial indica, además, que los «usurpadores» utilizaron «artimañas» para acceder al recinto, como fue «simular» que se celebraba una fiesta de vecinos en su interior para «debilitar la vigilancia» y facilitar así su acceso a las naves.

«Situaciones que no conviene enquistar»

Can Ricart fue okupado el pasado 2 de diciembre por miembros del colectivo La Makabra, que habían sido desalojados dos días antes de otra fábrica en el Poblenou en la que llevaban desde hacía seis años, en la que realizaban actividades culturales y que servía como local de ensayo para músicos, bailarines y artistas circenses. Los okupas habían empezado ya a limpiar y acondicionar el nuevo recinto para poder retomar sus trabajos relacionados con el mundo del circo y otras artes escénicas.

Precisamente, a las 16.00 de hoy, poco después de que se desplegaran los Mossos ante la fábrica, los okupas tenían previsto abrir las puertas de las instalaciones a los periodistas para que asistieran a la primera sesión de ensayo de circo desde que se instalaran en Can Ricart.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha considerado positivo el desalojo y ha remarcado que «seguramente hay situaciones que no conviene que se enquisten en la ciudad». En esta misma línea, Hereu ha indicado que «creo en la legitimidad de un propietario de poder tener su propiedad bajo su control», y ha defendido la actuación judicial y policial del desalojo.

Hereu ha admitido que el plan estratégico de Cultura de la ciudad reserva espacios para los grupos dedicados al circo y otras artes escénicas, pero ha subrayado que el colectivo de La Makabra no tendrá más beneficios que otros que también solicitan al Ayuntamiento ayudas y locales.

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