Las inmobiliarias, condenadas a ganar menos para dar salida a la sobreoferta de pisos

La actual desaceleración del mercado está obligando a las inmobiliarias españolas a recortar sus márgenes en cada operación. El sector, que reconoce la sobrevaloración de sus empresas en Bolsa, apuesta por fuertes campañas de publicidad para captar clientes en un entorno de menor producción e incrementos de precios cercanos a la inflación. Así se desprende de un estudio presentado este lunes por la consultora especializada CB Richard Ellis, que revela también que las fusiones y alianzas entre compañías marcarán los próximos meses. Los registradores creen que la reforma de la Ley Hipotecaria no ayudará a que los ciudadanos opten por contratos a tipo a tipo fijo, como pretende el Gobierno.

Si hace cinco años casi todas las promociones tenían lista de espera para vender las casas «sobreplano», hoy los comerciales de esas mismas empresas se afanan por encontrar un comprador. En 2006 se visaron en España 864.000 pisos que, a buen seguro, costará sacar al mercado, pues la actual demanda no es ni mucho menos tan alta. El vicepresidente de CB Richard Ellis, José Antonio León, explicó que -en base a una encuesta realizada a 350 altos directivos del sector- el ajuste entre demanda y oferta no dejará víctimas en el camino pero será difícil, sobre todo para las firmas medianas. «De momento, no están bajando sus precios, pero sí recurren a técnicas de marketing mucho más agresivas», apuntó.

Para tratar de «enamorar» al comprador, las inmobiliarias se han inventado nuevos servicios post-venta, como seguros, limpieza y un sinfín de complementos. Pero lo más importante es que han ajustado sus precios o, lo que es lo mismo, han dejado de subirlos en la proporción a la que estaban acostumbradas. Los excedentes se acumulan en las zonas turísticas y en las grandes ciudades del interior. Un análisis en el que León coincide con el presidente-decano del Colegio de Registradores de España, Eugenio Rodríguez Cepeda, que señala esas dos ubicaciones como las primeras en las que se ha detectado un frenazo en el número de compraventas. Los precios no dan más de sí, y el alza de tipos comienza a refrenar el impulso comprador de los últimos años.

Punto de inflexión

El 75% de los consultados por Richard Ellis cree que las inmobiliarias cotizan en Bolsa a un precio superior al real. El pasado año concentró numerosas operaciones corporativas (Metrovacesa, Astroc, Inmocaral, Colonial, etc.) que elevaron el valor de muchas de estas firmas en porcentajes inauditos. Para León, que descarta problemas a corto plazo, esos «subidones» en Bolsa respondieron a razones específicas del momento. En concreto a «la prima que hay que pagar por la toma de control» de algunas de ellas. En el futuro y ante el cambio de ciclo, aseguró, el sector reducirá su peso en el segmento residencial para volcarse en alquileres de oficinas y hoteles, tanto en España como en Europa.

El responsable de los colegios de registradores, que participaba en unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), insistió en la paralización del mercado. «2006 será el punto de inflexión, pues ni la demanda nacional ni la de extranjeros puede absorber la oferta», afirmó. Rodríguez Cepeda cargó contra los dos grandes proyectos legislativos del Gobierno en materia inmobiliaria. Sobre la ley hipotecaria, negó su efectividad pues, dijo, los ciudadanos no van a cambiar sus preferencias para atarse ahora a créditos a tipo fijo. Contratos que son muy caros y no se suelen conceder a largo plazo, como requieren hoy las compras de casas. De la Ley de Suelo dijo que «nace mutilada, ya que el urbanismo es competencia de autonomías y ayuntamientos».

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