(PD/Agencias).- El euribor a un año experimentó ayer un brusco rebote y rompió la barrera del 4,7%. A pesar de que en los últimos días parecía haber moderado su escalada y en la jornada precedente se había colocado en el 4,676%, las tensiones de liquidez en el mercado interbancario llevaron ayer el tipo de interés al 4,714%, su nivel más alto en los últimos siete años.
La subida supone prácticamente dar por seguro que la media mensual del euribor superará el 4,60%, lo que supondrá un encarecimiento de la hipoteca media en España en torno a 80 euros mensuales si la revisión es anual.
Hace un año, la media del euribor en agosto se situó en el 3,615%, por lo que la subida de los tipos rondará el punto porcentual para aquellos préstamos que tengan pactada la revisión anual de los tipos de interés.
La hipoteca media es de 150.000 euros a un plazo de 15 años, aunque muchos de los préstamos que se han concedido en los últimos años con garantía hipotecaria tienen importes y plazos muy superiores, por lo que el cálculo de la subida apenas si es una referencia estadística que, en la realidad, puede quedarse corta a la hora de la verdad.
En el caso de que la revisión sea semestral, el incremento mensual -si la media del euribor se quedara en el 4,60%- se situará en torno a 43 euros.
Desde que comenzó la crisis de las hipotecas «subprime», el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero en el mercado interbancario -que eso es el euribor- ha subido desde el 4,583% del 7 de agosto (última jornada que puede considerarse normal en el interbancario europeo) al referido 4,714% fijado este miércoles.
La mayor parte de los analistas habían señalado al comienzo de la crisis que las tensiones en el interbancario europeo irían poco a poco relajándose a medida que el BCE fuera resolviendo las necesidades puntuales de liquidez, pero en la práctica, las tensiones no han desaparecido y el tipo de interés interbancario sigue al alza decididamente.
Otros expertos subrayan que la escalada observada ayer en realidad no respondería a la aparición de nuevos problemas de liquidez (de hecho el BCE no tuvo que intervenir ayer en el mercado), sino que refleja el convencimiento del sistema financiero europeo de que los tipos de interés no van a bajar en septiembre y que la previsión, si no inmediata sí para el medio plazo, se mantiene al alza.
Precisamente, la brusca subida experimentada ayer reflejaría, según estas fuentes, el cambio de sentimiento del mercado respecto a esta variable, ya que en las últimas jornadas se había alentado justo la posibilidad contraria, con los malos datos de crecimiento económico de la Eurozona y, en particular, de Francia y Alemania en el segundo trimestre.
De igual forma, la petición francesa de que no se suban en este momento los tipos en la Eurozona había llevado a los analistas a predecir que Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, escucharía esta vez a los políticos.
Sin embargo, el silencio mantenido por Trichet en las últimas jornadas ha llevado al cambio de sentimiento y a las nuevas subidas en el euribor.
El resultado es el ya explicado. El euribor subirá en agosto un punto respecto al año pasado y los titulares de hipotecas van a ser los primeros en sentir en sus bolsillos esta crisis con toda su intensidad.
