Libia ficha a Foster para crear su propia Costa Azul ecológica

(PD/Agencias).- Libia transformará en los próximos años unos 5.500 kilómetros cuadrados de la región de la Cirenaica, casi tantos como la provincia de Girona, para convertirlos en una especie de Costa Azul norteafricana basada en el ecoturismo y la cultura, según los planes anunciados el lunes por Seif al Islam, uno de los hijos del líder del país, Muamar al Gadafi.

El megaproyecto, que ha sido confiado a una empresa británica bajo la dirección del arquitecto Norman Foster, incluirá hoteles y balnearios, pero al mismo tiempo tendrá reservas naturales, limitará el impacto visual de cualquier edificio, restringirá el tráfico rodado, dependerá de las energías renovables e impulsará las industrias limpias.

«Ya es hora de que Libia se una a los países desarrollados y demuestre que es un país preocupado por el medioambiente y la cultura», manifestó el hijo de Gadafi. Y es que Libia, debido a prolongados problemas políticos, ha escapado hasta ahora de la invasión turística de sus vecinos Egipto y Túnez.

El proyecto aún se encuentra en fase embrionaria, por lo que no ha trascendido oficialmente qué coste tendrá, pero el diario The Times avanzó que serán unos 3.000 millones de dólares (2.200 millones de euros). El régimen de Trípoli aspira a financiarlo a partes iguales con inversores extranjeros.

La antigua ciudad griega de Cirene, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1986 y eje cultural del proyecto, fue el lugar escogido para la presentación.

«Este tesoro no es solo para los libios, sino para toda la humanidad», añadió Seif al Islam, arquitecto de formación y considerado un reformista político, junto a un templo dedicado a Zeus que en su esplendor compitió en hermosura con el Partenón.

«Lo que ahora vemos no es más que el 10% de los vestigios griegos. El resto se fue bajo tierra. Necesitamos una gran campaña para recuperarlos y restaurarlos», prosiguió el hijo de Gadafi, que espera ayuda de la Unión Europea.

FRENAR LOS INCENDIOS
La zona de actuación incluye 120 kilómetros de costa, entre Bengasi y Tobruk, así como la llamada Yebel Ajdar o Montaña Verde, de una gran riqueza ecológica. De hecho, la costa cirenaica, donde viven unas 250.000 personas, es la región más húmeda de toda Libia, con unas lluvias anuales de 600 litros por metro cuadrado, lo que hace posible la agricultura (dátiles, manzanas, cebada) y contrasta enormemente en un país en el que el 90% del territorio es desértico.

Los incendios y la urbanización han reducido el número de hectáreas forestales en Yebel Ajdar de 500.000 a 180.000 en 20 años, lo que a juicio de las autoridades libias supone una verdadera catástrofe ecológica que debe frenarse.

En la conferencia de prensa posterior a la presentación, todos los periodistas se interesaron por el nuevo rumbo en la política de promoción libia, especialmente tras el escándalo de las enfermeras búlgaras condenadas, pero Seif al Islam eludió la cuestión.

«Hoy hablamos de ecología, del ambiente y de la cultura –concluyó–. Ya hablaremos de política otro día». Libia espera que el proyecto emplee a 70.000 personas.

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