(PD/Agencias).- El Ministerio de Vivienda considerará usada una vivienda con un año de antigüedad en lugar de los dos actuales. El objetivo que se persigue con esta medida es aumentar la cifra de beneficiarios de las ayudas estatales que recoge el Plan Vivienda 2005-2008 para la compra de vivienda usada.
Aunque la gran apuesta del Ministerio de Vivienda es la promoción del mercado del alquiler, sobre todo entre los más jóvenes, el Gobierno facilitará también el acceso a pisos en propiedad. Así lo anunció en el Senado la ministra de Vivienda, Carmen Chacón, quien aseguró que con dicha medida «se facilita el acceso a la vivienda en propiedad y se posibilita a las promotoras la venta de las viviendas aún en stock».
En la Comisión de Fomento y Vivienda de la Cámara Alta, Chacón señaló, además, que se «flexibilizarán» las ayudas para la compra de vivienda usadas, gracias al incremento de los límites de precios máximos del metro cuadrado en los ámbitos territoriales en los que se encuadran las ciudades medias y grandes.
Según Chacón, de esta manera, se permitirá que más viviendas puedan ser beneficiadas de las ayudas del plan, especialmente allí donde los precios son más elevados. Así, «las ayudas se mantendrán iguales en términos absolutos, aunque se admitirán precios de compra más altos». Los incentivos a la compra de vivienda usada consisten en una ayuda para pagar la entrada del piso, que puede llegar hasta los 12.000 euros dependiendo de criterios de renta y edad, así como de un préstamo subvencionado a bajo interés y una ayuda mensual.
La ministra indicó durante su comparecencia en la Comisión, en un análisis del Plan, que «hasta ahora sólo el 0,32% de las ayudas para vivienda usada se ubican en ciudades de más de un millón de habitantes, y sólo el 6,16% en poblaciones de entre 500.000 y un millón». La titular concretó más para asegurar que «solamente tres de cada mil ayudas se destinaron a familias de ciudades como Madrid o Barcelona», donde los precios son más altos que la media nacional.
«Los altos precios en las grandes urbes dificultan que las personas interesadas puedan encontrar viviendas usadas que entren en los precios máximos fijados en el Plan», apuntó Chacón, quien agregó que «esto es algo que tiene que cambiar». Lo que pretende el Gobierno es elevar los límites de precios a la par que confía en que los promotores de vivienda moderen los precios de venta de sus pisos y que más personas contemplen la compra como una opción real al ser más flexible acceder a las ayudas estatales para pisos usados.
Por otra parte, la titular de Vivienda reiteró la intención del Ejecutivo de flexibilizar también las condiciones para acceder a una vivienda protegida de precio concertado para que puedan acceder a ellas familias de rentas medias. Según Chacón, con esta medida se persigue que las numerosas viviendas de precio concertado que tienen la mayoría de las comunidades autónomas puedan ser acogidas por el Plan Estatal, así como explotar las ventajas de la Ley de Suelo que obliga a una reserva mínima del 30% de vivienda.
