(PD/EFE).- Un informe realizado por la Autoridad para la vigilancia de los trabajos públicos de Italia denuncia errores en el proyecto ejecutivo del puente del arquitecto español Santiago Calatrava en Venecia, informó el diario local «La Nuova«.
El rotativo publicó algunos puntos del informe en el que se acusa tanto al estudio proyectista como al ayuntamiento de la ciudad y a la empresa encargada de realizar las obras.
Dicho informe ha sido enviado a la Fiscalía de Venecia y a la del Tribunal de Cuentas, que están investigando las anomalías y retrasos en la construcción del puente.
Las obras, según «La Nuova», comenzaron el 18 de noviembre de 2002 y tenían que haberse terminado el 16 de febrero de 2004, y el presupuesto ya ha pasado de los 6,7 millones de euros previstos a los 10,7 millones.
El documento explica que el retraso y el incremento del presupuesto se debe, entre otros, a una serie de errores del proyecto ejecutivo realizado por el estudio de Calatrava, que recibió 475.000 euros y, posteriormente, por asesoramiento arquitectónico y técnico 91.800 y 67.000 euros, respectivamente.
Según el informe, se produjeron algunas omisiones en el proyecto, que «han sido superadas con la aprobación de seis variantes durante la construcción, con un considerable aumento de tiempo y de coste».
Los inspectores hablan de «carencias», «amplificadas por la naturaleza de la obra y la complejidad del contexto».
Además, éste denuncia «que en el proyecto ejecutivo se han subestimado los problemas consecuentes del empuje horizontal».
Así, en el presupuesto del proyecto tampoco se preveía una «primera prueba» sobre la estabilidad de la obra, que ha costado 243.000 euros, ni la monitorización constante del puente, que costará un millón al año, por un período de al menos cinco años.
Según el periódico, el informe señaló que los gastos generados por los errores del proyecto han aumentado en 1,8 millones de euros el presupuesto inicial.
Los inspectores también afirman que la responsabilidad también es del Ayuntamiento, que confundió la categoría de la construcción en la convocatoria de concurso público describiéndolo como un «Og3» (carreteras) en vez de un «Os18» (estructuras de acero).
Por lo que Cignoni, la empresa que se hizo con el contrato, no estaba preparada para llevar a cabo este tipo de obras, añadió el documento.
La Autoridad para la vigilancia de los trabajos públicos indicó que el ayuntamiento tendría que haber roto el contrato y realizar otra convocatoria ante esta equivocación.
La construcción del puente ha estado, desde el principio, rodeada de polémica y los primeros problemas comenzaron con la ausencia de un acceso para los minusválidos, por lo que se tuvo que improvisar un ascensor para las personas en sillas de ruedas.
Después, el mismo Calatrava tuvo que intervenir y calificar de «falsas» las afirmaciones de que su creación dañaría las orillas de los canales sobre las que se asienta, como publicó la prensa local.
La inauguración del puente, que se esperaba que fuese antes del histórico carnaval veneciano, sigue retrasándose y aún no tiene fecha, como tampoco un nombre.
El puente de Calatrava, el primero que se construye después de 125 años en esta ciudad, será el cuarto del Gran Canal, junto a los de Rialto, Accademia y Scalzi.
