(PD/EFE).- El colectivo por una vivienda digna denominado La Guerrilla de la Vivienda ha denunciado hoy que se han iniciado las obras de construcción de un hotel en el Barrio Gótico de Barcelona que ocupará tres bloques de viviendas cuando aún hay inquilinos viviendo en dos de ellos.
El colectivo, que se ha desmarcado del movimiento okupa, ha denunciado que se ha empezado a derrumbar uno de los tres edificios, situado en el número 8 de la calle Amargós, a pesar de que aún hay tres inquilinos con contratos y 23 personas más viviendo en los otros dos bloques, cuyas estructuras están entrelazadas.
Ese bloque y otros dos situados en los números 13 y 15 de la calle Magdalenes de Barcelona fueron adquiridos en 2003 por Hoteles Catalonia para la construcción de un hotel, pero la propietaria no les informó de que aún vivían en su interior algunos inquilinos con contratos indefinidos de renta antigua con los que no se había llegado a un acuerdo para su desahucio.
El colectivo ha anunciado hoy en rueda de prensa que presentará «una instancia para que se suspendan las obras porque afectan a la seguridad de las fincas colindantes, y hasta que haya una resolución judicial» sobre los desahucios de los tres inquilinos con contrato, ha indicado el portavoz del movimiento.
«El Ayuntamiento de Barcelona concedió las licencias de derribo sin informar a los vecinos», ha explicado el yerno de uno de los inquilinos, un anciano de 89 años que tiene un contrato de alquiler indefinido de renta antigua y que vive en uno de los edificios desde hace medio siglo.
El anciano tuvo que presentar una instancia porque, según ha dicho, el ayuntamiento «no tenía constancia de que aquí vivía gente».
«Hoteles Catalonia no dice nada, pero la antigua propietaria sí que nos aprieta para que nos vayamos, pero nosotros no podemos pagar un alquiler mayor», ha explicado otra inquilina, con un contrato subrogado desde 1989.
La antigua propietaria de los edificios fue condenada a pagarle una indemnización a Hoteles Catalonia por cada día que los inquilinos permanezcan en sus casas, por haberle escondido que había inquilinos con los que no se había llegado a un acuerdo.
El hotel proyectado tendrá 65 habitaciones y piscina cubierta.
En 2006, un grupo de 23 personas se instaló en doce pisos vacíos de los edificios número 13 y 15 de Magdalenes y número 8 de Amargós, para apoyar a los tres inquilinos que iban a ser desahuciados.
Los ocupantes reivindicaban así el derecho a una vivienda digna y a precio asequible y la supresión «real» de todas las construcciones de hoteles en Ciutat Vella, como establece el plan de usos del distrito desde el 11 de noviembre de 2004, el mismo día en que Hotels Catalonia presentó la solicitud de licencia de obras mayores para la construcción del hotel, que el ayuntamiento concedió.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha emitido un comunicado en el que asegura que la finca la calle Magdalenes 13 -no menciona los otros dos edificios- tiene concedida desde 2007 una licencia de derribo.
«A pesar de ello, antes de llevar a cabo cualquier acción de derribo, la propiedad conoce su obligación de proceder al desalojo de los ocupantes con todas las garantías legales y procedimentales que marca la ley», añade la nota.
Respecto a la concesión de la licencia para abrir el hotel, el consistorio asegura en su nota que «la petición de actividad se produjo el año 2004, con anterioridad a la moratoria declarada por el distrito, y por tanto se puede desarrollar un proyecto hotelero».
Concluye la nota asegurando que el ayuntamiento «velará por el escrupuloso cumplimiento de la legalidad en este proceso».
