(PD).- Hace tres años, una casa en Marbella se la hubieran quitado de las manos a sus propietarios vendedores, a pesar de haber multiplicado su precio por tres.
Hoy, algunas llevan casi dos años y medio con el cartel de «se vende» colgado. La ‘operación Malaya’ y la incertidumbre inmobiliaria han provocado un frenazo un seco en la venta de viviendas en la Costa del Sol.
De media, cuesta cuatro años cerrar la venta de una casa en Marbella por eso los carteles de venta se han convertido en paisaje habitual de la ciudad.
El frenazo del sector del ladrillo ha sido en seco en la costa. En Málaga, las ventas de las viviendas turísticas han caído más de un 30%.
