Martinsa Fadesa se desploma tras incumplir con su préstamo

(PD).- La crisis inmobiliaria y financiera ha golpeado de lleno a Martinsa Fadesa. La empresa presidida por Fernando Martín, una de las mayores promotoras de viviendas de España, se encuentra contra las cuerdas al haber sido incapaz de cumplir una de las condiciones del préstamo que le concedieron los bancos para refinanciar su enorme deuda.

La propia empresa reconoció ayer que ese incumplimiento «podría ser causa del vencimiento anticipado» del préstamo, lo que abocaría a Martinsa al concurso de acreedores.

Los inversores tomaron buena nota de ello y la cotización de la empresa se desplomó, con una caída del 33,8% hasta 9,70 euros.

El pasado 7 de mayo, Martinsa Fadesa completó una refinanciación de 4.000 millones de deuda sujeta a múltiples condiciones. Ese pacto era un balón de oxígeno para la compañía en plena crisis inmobiliaria.

En el acuerdo con 45 firmas se incluía la obligación de obtener un préstamo adicional de 150 millones de euros de una entidad financiera autorizada para operar en España. Tras haber transcurrido el plazo inicialmente previsto sin lograrlo, la compañía ha solicitado un permiso al sindicato bancario para prorrogar hasta el 7 de agosto el plazo para cumplir esa condición, según comunicó ayer la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Martinsa ha estado negociando sin éxito con el Instituto de Crédito Oficial para lograr esos 150 millones

El contrato de refinanciación preveía el vencimiento final en febrero de 2011 y el primer pago de intereses en diciembre de este año. Sin embargo, los bancos pueden exigir el vencimiento anticipado si no se cumplen las condiciones.

En el acuerdo también se incluían compromisos de dedicar parte de la caja excedentaria y de la venta de activos inmobiliarios a la amortización anticipada de deuda. Asimismo, Martinsa Fadesa se comprometía a crear una nueva sociedad y transmitirle todos los activos españoles no hipotecados. Martinsa constituía nuevas hipotecas sobre algunos activos y derechos de prenda sobre sus filiales. Además, también se incluía la obligación de fortalecer los fondos propios (ampliación de capital o deuda subordinada) por un importe de 350 millones antes de fin de año.

Martinsa Fadesa es un perfecto ejemplo de los excesos que ha vivido el sector inmobiliario español en los últimos años. La tasación de los inmuebles de Fadesa efectuada tras ser comprada por Martinsa afloró unas plusvalías de 4.617 millones generadas por una sola empresa (Fadesa). El mayor beneficiado por esta revalorización fue Manuel Jove, que se deshizo de su 54% de Fadesa justo antes de que el sector comenzara su caída libre. Jove se embolsó 2.185 millones en la venta.

El problema es que Martinsa compró a precio de oro y apelando a la deuda y, al llegar la crisis, tiene dificultades para lograr financiación y para vender inmuebles, entre ellos gran cantidad de suelo. La empresa se ha visto abocada a una regulación de empleo y ahora, sólo dos meses después de lograr un respiro, tiene de nuevo la espada de Damocles bancaria sobre su cabeza.

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