Sacyr lleva un mes sin decir ni pío de un dividendo que está en entredicho

(PD).- Enero. Se trata de uno de los meses en los que llueven más dividendos (aunque la mayoría ya han sido pagados). Sin embargo, alguno se ha extraviado: el que suele pagar Sacyr Vallehermoso en estas fechas.

Explican Maite López y Ruth Ugaldeen El Economista que la tardanza que está mostrando la constructora en anunciar el dividendo que suele pagar en enero hace pensar que esta entrega corre peligro. Más aún, cuando históricamente la compañía ha venido comunicando el pago de enero con un mes de antelación. Al menos, así ha sucedido en los últimos cinco años, con puntualidad suiza.

No se trata de una preocupación gratuita. Sacyr es la tercera compañía más endeudada de las que componen el índice Stoxx 600 y, por supuesto, la que peor situación financiera atraviesa del sector en Europa. Su deuda representa 16,13 veces su beneficio bruto de explotación y la principal meta de la constructora en este momento es deshacerse de la carga que le supone su participación en Repsol. La incertidumbre está servida.

Fuentes cercanas a la compañía han confirmado que «todavía no se ha decidido nada al respecto» y que la decisión podría producirse «en el próximo consejo o incluso ser retrasada hasta la fecha de presentación de resultados». Cabe la posibilidad también de que la compañía pueda modificar sus fechas de pago (suele realizar cuatro entregas al año), según apuntaron estas fuentes.

Un lastre duro de llevar

Los compromisos financieros que Sacyr ha adquirido para comprar el 20% que controla en petrolera y el mal comportamiento que está registrando la petrolera en bolsa le han llevado a tener que poner a su filial de alquileres, Testa, como aval.

Pero esto ya no es suficiente para las entidades acreedoras y, según un analista experto en el sector que prefiere no ser citado, «todo apunta a que si Repsol pierde los 12,4 euros Sacyr se vería obligada a ofrecer más garantías». Las alarmas saltaron desde el momento en que la petrolera perdió los 14 euros en bolsa. Sin embargo, la horquilla que se baraja para que Sacyr tenga que ofrecer más garantías se sitúa entre esta cifra y los 12 euros (ayer cerró en los 13,8 euros).

Blanco y en botella, la mayoría de los expertos consultados apuestan por un posible recorte del dividendo: «Tiene un gran problema sobre la mesa. Está tratando de vender su paquete accionarial en Repsol y a esto se suman las dificultades que atraviesa su negocio, ya que en España el mercado inmobiliario y constructor están muy afectados. Por todo esto, pensamos que el pago de dividendo está muy el aire. No existe seguridad», apunta Julián Coca, gestor de renta variable de Inversis. «No me parece descabellado que pueda recortar el dividendo», afirma otro analista de constructoras que tampoco quiere ser nombrado. Desde Fortis, Emilio Rotondo se muestra un poco más cauteloso: «Me extrañaría que lo anulasen. Lo que podría pasar es que lo redujesen».

Sin embargo, el consenso de firmas de inversión que siguen el valor no prevén que recorte el dividendo, tal vez ante la posibilidad de que Sacyr consiga comprador finalmente para su paquete en Repsol, por el que pide 6.500 millones de euros. Varios nombres han sonado como posibles interesados en llevarse el gato al agua: desde la rusa Lukoil hasta la compañía china Sinopec, pasando por la posibilidad de que el comprador pudiese ser un fondo árabe.

Así, las previsiones de las firmas de inversión estiman que la constructora repartirá un total de 0,6 euros brutos con cargo a resultados de 2008 (la tercera entrega, de enero, es la que está pendiente). Esto representaría incluso un incremento respecto a los 0,56 euros que repartió el año anterior, y ofrecería una rentabilidad por dividendo del 10%.

A la espera de que Sacyr presente sus resultados (la compañía todavía no ha anunciado la fecha) lo que sí prevén ya las firmas de inversión es que el beneficio de la constructora se haya contraído con fuerza durante 2008. De todas las que han emitido estimaciones sobre la compañía, tan sólo una espera que gane más que en 2007 y nueve de ellas prevén que ganará un 50% menos.

Este panorama ensombrece aún más la posibilidad de que Sacyr pueda hacer frente al pago de dividendo. Además, sus cuentas hasta el mes de septiembre arrojaron un beneficio de 509 millones de euros, por lo que Sacyr tendría que haber ganado prácticamente esta cifra en los últimos tres meses de 2008 para igualar su resultado de 2007, 946 millones de euros. Toda una proeza.

El único reducto que tiene por ahora la constructora que preside Luis del Rivero es la venta de su filial, Itínere, a Citi. Por esta operación Sacyr cobrará en torno a 2.100 millones de euros y, lo más importante, conseguirá liberarse de los 5.000 millones de deuda de la concesionaria de autopistas.

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