Martinsa Fadesa considera que pagos imprevistos pueden suponer un riesgo para su liquidez

Martinsa Fadesa, inmobiliaria en concurso de acreedores, ve como «principal amenaza» de la compañía el riesgo de obtener la liquidez necesaria para mantener su actividad, sobre todo ante la posibilidad de tener que afrontar pagos imprevistos como consecuencia de distintas resoluciones judiciales.

La anulación de contratos de compraventa de viviendas que obliguen a devolver los anticipos cobrados a los clientes y el cumplimiento de «hitos urbanísticos» con obligación de pagos aplazados constituyen, según la empresa, dos de los factores que pueden requerir desembolsos adicionales, «con especial riesgo para la liquidez disponible».

En la documentación que acompaña a la convocatoria de su junta general de accionistas, prevista para el 24 de junio, Martinsa indica que, «para mitigar este riesgo», en 2009 realizó un «profundo ajuste de los gastos estructurales y redimensionó el grupo a las necesidades del mercado actual».

La compañía, que protagonizó el mayor concurso de la historia empresarial española, con un pasivo de 7.000 millones de euros, asegura que la declaración de concurso no ha interrumpido su actividad empresarial. La firma está centrada en la elaboración de un plan de viabilidad y en obtener la liquidez necesaria para mantener la actividad y afrontar el plan de pagos presentado a sus acreedores.

Martinsa Fadesa prevé comenzar a pagar la deuda con que se declaró insolvente en un plazo de seis meses a contar desde la fecha en que logre aprobar el convenio de acreedores y el calendario de pagos que presentó hace más de un año.

ALARGAMIENTO DEL CONCURSO.

La empresa ha adaptado el calendario de amortización de su pasivo ante el alargamiento que está registrando su proceso concursal, según consta en el informe anual que el grupo remitió recientemente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En el convenio de acreedores que el grupo anunció en diciembre de 2008, Martinsa se compromete a pagar toda la deuda íntegra, sin quita alguna, en un periodo de ocho años (entre 2010 y 2017). El primer pago estaba fijado para «antes del 31 de mayo de 2010», cuando la inmobiliaria debería abonar el importe equivalente al 2% del principal de sus créditos con sus intereses.

No obstante, a quince días de cumplirse este primer vencimiento, el proceso concursal de Martinsa está aún en la fase común. Esto es, el juez aún no ha resuelto el millar de impugnaciones que se presentaron al informe concursal. Por lo tanto, la administración concursal no ha podido presentar el informe definitivo y no se ha procedido a aprobar el calendario de pago de deuda con el que la empresa superaría el concurso.

Por ello, la inmobiliaria y sus acreedores establecieron que en caso de que este convenio fuera aprobado «después de mayo de 2010, el calendario de pagos arrancaría a los seis meses de esta aprobación», según el informe anual de Martinsa.

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