Las patronales del sector de la construcción CNC, Seopan, ANCI, Aerco y Cepco mostraron este miércoles su preocupación por el recorte de 6.400 millones de euros en obra pública del Ministerio de Fomento, y aseguraron que las consecuencias sobre el sector son «imprevisibles».
Los presidentes de las patronales comparecieron en una rueda de prensa conjunta en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para instar al Gobierno a buscar alternativas al recorte de la inversión.
Así, abogaron por otras medidas como incrementar los peajes en las autovías o incrementar los ingresos fiscales a través de los impuestos al carburante y el tabaco para reducir el déficit público.
Entre sus sugerencias para incrementar los ingresos del Estado, se encuentra también la implantación del copago sanitario o que se programen y ejecuten privatizaciones que prestan servicios públicos como Aena u otros organismos autonómicos.
El presidente de la CNC, Juan Lazcano, apuntó por ejemplo que según un informe del Colegio de Ingenieros el peaje al tráfico pesado generaría unos ingresos de 3.000 millones al año (aunque habría que descontar la compensación al sector transporte) y que prolongar 15 años las autopistas de peaje maduras supondría 10.000 millones de euros.
PLAN DE REESTRCUTURACIÓN
El sector de la construcción denunció que el recorte del plan de inversiones llevará a la quiebra a muchas empresas por lo que piden al Gobierno que instrumente un plan de reestructuración del sector con ayudas fiscales y crediticias vía ICO, tal y como se ha hecho con la banca o el automóvil.
El presidente de Seopan, David Taguas, recordó que antes de la crisis el sector de la construcción ya era «complejo» y que se caracterizaba por un excesivo número de empresas, márgenes muy reducidos, un grado de capitalización que no era el deseable y que es muy heterogéneo, pues conviven grandes empresas multinacionales con pymes.
«Ahora nos enfrentamos a shock de demanda y las consecuencias pueden ser imprevisibles», agregó el ex director de la Oficina Económica del Gobierno.
Por su parte, Lazcano indicó que los desfases entre los flujos de cobros y pagos pueden producir problemas importantes en las compañías, por lo que sería conveniente «tener un respaldo financiero».
En este sentido, el presidente de Aerco, Javier Saenz Cosculluela, comentó que es evidente que el sector está sobre dimensionado, por lo que hay que ver si la reestructuración «va a ser por la ley de la selva o regulada».
«El único cliente en gran obra pública es el Estado, por lo que no es ninguna locura pedir reglas para esa reestructuración», aseguró.
Además, para el presidente de Anci, Jaime Lamo de Espinosa, para evitar una «reestructuración caótica» del sector es necesario que en los Presupuestos Generales del Estado de 2011 se hagan ajustes otras partidas para que el gasto del Ministerio de Fomento se pueda recuperar.
Para el presidente de Cepco, Rafael Fernández, la consecuencia del recorte es que se agrava la difícil situación que ya atravesaba el sector.
Las patronales advirtieron de que el recorte de la inversión en infraestructuras «es una acción gravemente perturbadora para la economía española» y alertaron que por cada millón recortado en infraestructuras se destruyen 18 puestos de trabajo, lo que llevaría a la eliminación de 115.000 empleos.
Defendieron también que por cada millón de euros invertido en obra pública se genera un retorno fiscal de 570.000 euros y que la implantación del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) de 17.000 millones de euros debería ser una «prioridad».
PLAN EXTRAORDINARIO
Sobre el Plan Extraordinario, Lazcano aseguró que es «muy necesario, y más ahora». Por ello, las organizaciones reclamaron «la resolución de los problemas pendientes con las autopistas de peaje y la elaboración de proyectos que cumplan las condiciones exigibles para ser financiados por el sector privado».
«Si se eligen bien los proyectos y se realizan buenos pliegos los proyectos son financiables, además detrás está en Estado», aseguró el presidente de la CNC.
Sobre este tema, Taguas recordó que la financiación de infraestructuras por parte de los bancos es sólo una medida a corto plazo, ya que, por ejemplo, una autopista a 40 años sólo la financia un fondo o con emisiones en los mercados.
En el tamaño de las obras a financiar fue en el único punto donde hubo discrepancia entre las organizaciones, pues Seopan abogó por obras de mayor tamaño que por sí mismas puedan conseguir rating y Aerco reclamó obras a las que pymes puedan acceder.
