La subida afectará a los 22 millones de hogares que tienen contratada la tarifa de último recurso
La entrada del nuevo año viene tradicionalmente acompañada de subidas de precios en productos y servicios básicos como el transporte, el teléfono y el recibo eléctrico.
En esta ocasión, la cuesta de enero se antoja más dura que nunca, precisamente, por el encarecimiento de la factura de la luz, que, salvo sorpresa de última hora, se elevará por encima del 9% a partir del próximo día 1.
Hoy se reúne la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del Gobierno para concretar la subida, consecuencia de las subastas de
energía para las comercializadoras de último recurso (Cesur), celebradas el pasado 14 de diciembre, y que dieron como resultado un alza del 21,3% con respecto a octubre.
En la fijación de la tarifa, las subastas, para las que las compañías tienen en cuenta la evolución de las materias primas, el petróleo (el barril de Brent se ha encarecido un 40% en el último año) y las ayudas al carbón, representan cerca del 50%.
La otra mitad corresponde a los peajes de acceso, que, como ya hiciera en julio y octubre, el Gobierno congelará. De esta forma, la subida debería ser del 9,9%, aunque, según fuentes del mercado, “probablemente esté unas décimas por debajo”.
En este sentido, la OCU estima que será del 9%. La subida afectará a los 22 millones de hogares que tienen contratada la tarifa de último recurso (TUR) y no se benefician del bono social (congelación de las tarifas para las familias numerosas, con pensiones mínimas o con todos sus miembros en paro).
Déficit tarifario
De confirmarse esta subida, será la mayor que se realiza de golpe en la historia de España. Desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa en 2004, la factura de la luz se ha encarecido un 43,7%, frente al 18,4% que –hasta noviembre– ha crecido la inflación.
Más aún, desde julio de 2007, justo antes de que estallara la crisis financiera internacional, el recibo se ha disparado un 35,2%, mientras que el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha tenido una evolución mucho más moderada (+6,6%).
Con la subida de la factura eléctrica el Gobierno trata de controlar el déficit tarifario, originado porque las compañías cobran por debajo de los costes de generación, y que se sitúa por encima de los 17.000 millones de euros.
En esta lucha, el Consejo de Ministros aprobó una reforma de urgencia por decreto ley para reducir los costes en 4.600 millones en tres años.