Dentro del pasivo financiero de Reyal Urbis figura una deuda de 400 millones de euros con Hacienda y otros 220 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO)
El concurso de acreedores presentado por Reyal Urbis se ha convertido en el primer agujero para la Sareb o banco malo, nacida hace apenas dos meses.
Y es que los créditos concedidos a la inmobiliaria en el pasado por varias entidades financieras nacionalizadas, como Bankia (460 millones) y Novacaixagalicia Banco (210 millones), y que ahora han sido transferidos a la empresa pública, se han quedado en el aire y su cobro, al quebrar la inmobiliaria, se antoja difícil.
La Sareb se ha hecho con una deuda de Reyal que asciende a 707 millones de euros. No obstante, parte de las pérdidas han sido asumidas por las entidades cedentes nacionalizadas por las quitas aplicadas en la compra, que rondan el 50 por ciento sobre el nominal.
Es decir, que el valor anotado en los libros del banco malo es de unos 350 millones de euros.
LA SEGUNDA DESPUES DE MARTINSA
El grupo que preside Rafael Santamaría solicitará concurso voluntario de acreedores tras no lograr un acuerdo con sus bancos para refinanciar la deuda de unos 3.600 millones de euros que actualmente soporta, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha suspendido la negociación de los títulos de la inmobiliaria.
La compañía inmobiliaria acordó solicitar el concurso en la reunión del consejo de administración celebrada ayer lunes.
«Reyal Urbis confirma que el consejo de administración ha acordado llevar a cabo las actuaciones necesarias a efectos de presentar ante el juzgado competente la solicitud de concurso voluntario de acreedores, ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el ‘preconcurso’ sin haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores».
Poco después de que Reyal Urbis enviase su comunicado a la CNMV, el supervisor ha decidido suspender de cotización, «cautelarmente y con efectos inmediatos» los títulos de la compañía al concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre dicho valor.
Este 19 de febrero de 2013, las acciones cerraron con una subida del 7,83%, en los 0,12 euros, tras haberse desplomado hasta un 16% en días anteriores.
Deuda de 3.600 millones
Dentro del pasivo financiero de Reyal Urbis figura una deuda de 400 millones de euros con Hacienda y otros 220 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Entre los acreedores financieros con los que Reyal tiene la deuda 3.600 millones de euros también se encuentran la nacionalizada Bankia (460 millones), Santander (550 millones), un fondo buitre al que habría vendido Barclays (450 millones), Royal Bank of Scotland (300 millones), Popular (220 millones), BBVA (120 millones), Sabadell (75 millones) y numerosos bancos con cantidades menores.
Reyal, que registró pérdidas a septiembre de más de 250 millones de euros y se encuentra en causa de disolución al contar con patrimonio negativo a 30 de junio de 2012, indicó que a cierre de junio del año pasado sus activos eran de 4.194 millones de euros, inferiores a los 4.302 millones de euros de deuda total.
La segunda mayor suspensión de pagos
La suspensión de pagos de la compañía que controla y preside Rafael Santamaría será la segunda mayor de la historia empresarial española por volumen de pasivo por detrás de la de Martinsa Fadesa.
El dudoso honor de encabezar la lista es para Martinsa-Fadesa, que en 2009 se declaró insolvente con un agujero de 7.000 millones de euros.
El tercer lugar, por detrás de Reyal, lo ocupa Hábitat, que en 2008 se acogió al concurso con una deuda de 2.840 millones.
Le siguen Sacresa, que declaró un pasivo de 2.600 millones de euros, y Nueva Rumasa, que adeuda 2.100 millones.
Tanto Martinsa-Fadesa como Sacresa lograron superar los concursos tras lograr el respaldo de los acreedores a sus respectivos planes de pago.