Al otro lado del Atlántico también es posible encontrar inmuebles propiedad del gallego en Nueva York, Boston, Chicago, Miami, San Francisco y México D.F.
Hay una palabra que está prohibida en el vocabulario de Amancio Ortega, que nadie pronuncia en Arteixo, donde tiene su cuartel general Inditex.
Es la palabra crisis. La mayor fortuna de España no sólo ha conseguido inmunizar al gigante de la moda ante el parón del consumo que golpea al país, sino que además ha salido reforzado como nunca con la otra gran pata de su negocio, el mercado inmobiliario.
Amancio, que es ya es el tercer hombre más rico del mundo, según la lista que elabora Forbes correspondiente a 2013, con una fortuna neta valorada en 57.000 millones de dólares, unos 43.000 millones de euros, tiene vista de águila para el ladrillo.
Como explican R. Gutiérrez y M. Corchón en ‘El Economista‘, en el sector le apodan ya ‘el Rey de la Castellana’ por la colección de inmuebles que atesora en la conocida arteria madrileña, Amancio Ortega se ha convertido en los últimos años en la paradoja viviente del sector inmobiliario.
Una anomalía altamente rentable que aprovecha la crisis para engordar a buen precio su patrimonio mientras los antiguos colosos del sector agonizan por el reventón de la burbuja, deambulando como zombis y coqueteando con los números rojos año a año.
Así, en su propia circunstancia y alejada de ese macabro camino de penurias, la sociedad patrimonial del fundador de Inditex, Pontegadea Inombiliaria, ha protagonizado varias de las operaciones más importantes del sector desde 2007.
La más destacada, sin duda, la adquisición de la Torre Picasso en Madrid a finales de 2011. Propiedad hasta esa fecha de FCC, el acuerdo alcanzó los 400 millones de euros y sirvió además para dejar clara la estrategia del gallego.
Le interesan principalmente grandes edificios, bien ubicados, que generen rentas y con inquilinos de primera división que las garanticen.
En el caso del sexto rascacielos de Madrid, éste dispone de más de 70.000 metros cuadrados para oficinas, generando ingresos anuales de más de 20 millones de euros.
Otro de los inmuebles de más solera del empresario en Madrid se encuentra en el número 23 de la calle Serrano. Un edificio que Ortega compró con Pontegadea y que en estos momentos se ha alquilado, en cierta forma, a sí mismo. Y es que en él se ubicará una de las tiendas insignia de Zara, la principal marca de Inditex, a partir de 2014.
Activos en la Ciudad Condal
Amancio Ortega también ha protagonizado a golpe de talonario muchas de las operaciones inmobiliarias de mayor tamaño en el mercado de Barcelona, un rol comprador que en época de bonanza recaía en los grandes fondos inmobiliarios alemanes o holandeses.
En los últimos tiempos, ha puesto sobre la mesa la única oferta para adquirir edificios tan emblemáticos como la sede del BBVA en Plaza Cataluña de la capital catalana.
Esta ha sido la única operación que ha protagonizado este año y que le llevó a desembolsar unos 100 millones de euros por el inmueble, que cuenta con una superficie de 13.875 metros cuadrados y que alberga el cuartel general de la entidad para el mercado catalán.
Su anterior propietario era el fondo de origen alemán Deka Inmobilien.
A pocos metros de este edificio se haya otra de las joyas inmobiliarias del dueño de Inditex: el edificio que alberga la gigantesca tienda de Apple en Paseo de Gracia, adquirida pocos meses antes de que Ortega se decidiese también a comprar el inmueble en el que se ubica el BBVA.
En octubre del pasado año, Ortega llegó un acuerdo con la familia De Andrés Puyol para adquirir por 80 millones el edificio, en el que ya operaba la firma de California en régimen de alquiler.
Paseo de Gracia es, sin duda, la ubicación preferida por Ortega para llevar a cabo sus compras en la Ciudad Condal.
Aquí también es propietario del inmueble que acoge la mayor tienda de Zara en Barcelona, en la esquina que confluyen Paseo de Gracia y Gran Vía, y que cuenta con viviendas residenciales, a diferencia de los otros dos inmuebles, exclusivamente comerciales.
Esta fue su primera compra en la conocida vía barcelonesa, una operación que realizó en 2004 junto al fondo Metrópolis.
En la misma arteria comercial, Amancio Ortega es dueño de otro inmueble, en el número 30. Este edificio de oficinas, por el que pagó a Testa un total de 53 millones de euros, acoge en sus bajos la única tienda Burberry de Barcelona.
Para prácticamente uso familiar (aunque en sus sótanos se encuentra la tienda de lujo Santa Eulalia) Ortega se hizo con otro edificio, esta vez en el número 93 del mismo Paseo, casi a la altura con la Diagonal.
Además, dentro de un paquete de inmuebles que adquirió a Banco Santander en 2007 (500 millones de euros), Ortega también es propietario del edificio principal del Santander en Barcelona, en el número 5 de Paseo de Gracia.
Presencia internacional
Los activos inmobiliarios de Potengadea también se encuentran diseminados por otras ciudades españolas, como Málaga, Valencia o Bilbao, y del extranjero. Especialmente en países europeos y América del Norte.
De esta forma, su estrategia le ha llevado a tener edificios en propiedad en Berlín, Londres, París y Roma, las grandes capitales europeas.
Al otro lado del Atlántico también es posible encontrar inmuebles propiedad del gallego en Nueva York, Boston, Chicago, Miami, San Francisco y México D.F.
