Cuenta con cinco dormitorios, siete cuartos de baño, un gimnasio, una sala de juegos y una cocina "para morirse"
La mansión de los Corleone está a la venta. La casa de Staten Island en Nueva York donde se rodaron varias escenas de «El Padrino» se puede comprar por un precio que ronda los tres millones de dólares (unos 2,3 millones de euros).
Se trata de una finca de 24.000 metros cuadrados ubicada en el número 110 de Longfellow Ave, en Staten Island. A la espera de que llegue «una oferta que no podrá rechazar», la casa del clan Corleone en la película de 1972 cuenta con cinco dormitorios, siete cuartos de baño, un gimnasio, una sala de juegos y una cocina «para morirse».
Aunque Francis Ford Coppola no rodó las escenas en el interior de la casa de los Corleone en las habitaciones de esta mansión, la casa fue el telón de fondo de varias de las escenas de la película, especialmente de la boda de su hija de Connie, interpretada por Talia Shire.
De hecho, fue Gianni Russo -actor de ascendencia italiana pero natural de Staten Island que interpretó a Carlo Rizzi, el hombre que se casa con Connie- quien recomendó la casa al equipo de la película para que fuera el feudo de los Corleone.
Construida en 1930, la casa fue en realidad el hogar de la familia Norton, que la puso a la venta en 2010 después de casi seis décadas viviendo en la casa, informa The Guardian.
Piscina y despacho
La mansión fue restaurada y renovada en 2012 y cuenta también con cuatro garajes, dos oficinas, una piscina de agua salada de granito y un férreo sistema de seguridad para mantener alejados a los huéspedes no deseados.
«La cocina es para morirse», afirma el agente inmobiliario. que destaca que la propiedad cuenta «con todo lo que puedes desear para el entretenimiento: un gran espacio abierto y una gran zona de comedor que se abre hacia el patio y la piscina».
Además Profaci añadió que su parte favorita de la casa es una puerta de madera en la primera planta que parece la entrada de un antiguo bar clandestino. Una puerta que lleva hasta a un sótano que alberga un bar, chimenea de piedra y sala de juegos.
Una mansión de auténtico lujo solo al alcance de los fans más adinerados de la joya maestra de Francis Ford Coppola que en 1972 proagonizaron Marlon Brando y Al Pacino.