Lo cuenta con todo delallle ‘ABC’, que pudorosamente y para cubrirse se limita a decir al final que el tipo se llama ‘Mohamed‘.
Todo empezó hace un par de años, cuando la sobrina de una de las hijas de Eulalia -la propietaria de la vivienda- denunció a Mohamed por malos tratos. El noviete pegón fue detenido y pasó en el cuartel 48 horas.
No está claro como lo consiguió, pero al salir contactó con la anciana, que estaba viviendo sola, le pidió entrar una noche a dormir y terminó empadronandose en el municipio de Navacerrada.
Y aprovechando que Eulalia, que tiene 98 años, era ingresada en el hospital, ‘okupó’ la casa.
Hace ocho meses, cuando la dieron de alta, la anciana descubrió que no podía entrar en su propia casa. Al regresar descubrió que un exnovio de la sobrina de una de sus hijas había instalado una cerradura nueva y le impedía la entrada a su propia casa, situada en la Plaza del Gargantón de la localidad.
Mohamed había cambiado la cerradura y a todos los efectos, aprovechando la ley española, tenía derecho a quedarse dentro.
Pues bien, ahora, tras 300 días de angustia, a anciana, de 98 años, ha podido por fin regresar a su casa. La empresa Desokupa -especializada en desalojos exprés- ha intermediado para que el usurpador, un conocido de la familia que había cambiado la cerradura, entregue las llaves y abandone el domicilio.
Nadie aclara que ‘argumentos’ han usado los forzudos de Desokupa, pero lo que acaba bien, está bien.