La muerte de la única hija del dictador, Carmen Franco ha acelerado esta decisión

Los nietos de Franco ponen a la venta el Pazo de Meirás por 8 millones de euros

En 1938, deciden ofrecer el Pazo al Generalísimo Francisco Franco como residencia veraniega

El Pazo de Meirás fue declarado Bien de Interés Cultural por la Xunta de Galicia en 2008

A lo largo de cuatro décadas, el Pazo de Meirás ha sido la residencia de verano de Franco y su entorno más cercano.

Esta semana, la familia ha decidido acabar con una etapa y desprenderse de un patrimonio que durante los últimos años se ha convertido en un quebradero de cabeza.

La muerte de la única hija del dictador, Carmen Franco, el pasado 29 de diciembre, ha acelerado esta decisión y ha roto ahora los últimos lazos sentimentales de la familia con este lugar, situado en la provincia de La Coruña. El precio de partida de la casa, es sólo de ocho millones de euros.

Los nietos de Francisco Franco han puesto a la venta el Pazo de Meirás mes y medio después de que su madre falleciera.

El Pazo de Meirás fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia en 2008. Esta decisión obligó a la familia a imponer un régimen de visitas, algo que tuvo que acabar aceptando a regañadientes.

No obstante, el actual Ejecutivo autonómico impuso el pasado mes de septiembre una multa a la Fundación Francisco Franco por no siempre cumplir con la obligación de abrir el recinto al público al menos cuatro días al mes.

Algunos activistas ocuparon el pazo el pasado mes de agosto, con el objetivo de que éste fuera “devuelto al pueblo”.

El alcalde de Sada, Benito Portela, y la Comisión de la Memoria Histórica de la zona también presionaron para que el inmueble fuera expropiado. Del mismo modo, el Ayuntamiento de Sada declaró a la familia Franco “persona non grata“.

El inmueble es reclamado desde hace tiempo por las instituciones gallegas pero Carmen Martínez Bordiú y sus hermanos son los administradores y tesoreros del pazo.

Tras el fallecimiento de la hija del dictador pueden deshacerse de él si lo consideran y al parecer lo han sacado al mercado por ocho millones de euros.

«Las escrituras están a nombre de los Franco, es una propiedad privada y, por tanto, cualquier gestión o trámite les corresponde a ellos. Nadie puede hacer nada, a pesar de que el conselleiro haya demostrado su descontento», apuntaban este verano fuentes oficiales del gobierno gallego.

«Se hacen las investigaciones y controles regulares para comprobar que se cumple con la legislación vigente».

Por su parte, un portavoz de la fundación Francisco Franco, encargada de conservar históricamente la finca, defendía entonces que se trata de «una propiedad privada y, como tal, corresponde a esta fundación responder ante todas las obligaciones y privilegios de la misma».

Encuentro de Franco y Hitler en Hendaya. 23 de octubre de 1940

UN REGALO AL GENERALISIMO FRANCO

A pesar de su aspecto medieval la actual edificación es de finales del siglo XIX -la primera piedra se colocó en 1893- y está edificada sobre las ruinas de una antigua fortificación, perteneciente a los Patiño de Bergondo desde el siglo XVI, que fue destruida por las tropas francesas en el año 1809 durante la guerra de la Independencia.

Mediante enlaces matrimoniales las propiedades pasaron a manos de los Pardo de Lama, y mediante herencia llegó a manos de Emilia Pardo Bazán,3​ que emprende la construcción de la actual edificación que era conocida como las Torres de Meirás.

La escritora se casó en la capilla del pazo -al que llamaba «Granja de Meirás»-5​ el 10 de julio de 1868 y, una vez remodelado, pasaba allí más de cuatro meses al año (el resto en Madrid y La Coruña). Trabajaba en la torre que llamó «de la quimera», donde tenía instalada su biblioteca, que permaneció allí tras la cesión del edificio a la familia Franco.

Tras la muerte de Emilia, en 1921, y el asesinato en 1936 de su hijo Jaime y del nieto de la condesa, también llamado Jaime, por milicianos de la FAI,​ la propiedad queda en manos de su hija Blanca Quiroga de Pardo Bazán y de Manuela Esteban-Collantes, viuda de Jaime.

Las dos deciden donar el Pazo a la Compañía de Jesús con una serie de condiciones que no son aceptadas por estos.

Entonces, en 1938, las autoridades franquistas coruñesas deciden ofrecer el Pazo a Francisco Franco como residencia veraniega.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído