La Piniella se encuentra en San Cucao, a unos 20 kilómetros de Oviedo

La familia Franco liquida a toda prisa sus propiedades

Los herederos de Carmen Franco han confiado en la misma inmobiliaria para vender ambas propiedades

La familia Franco liquida a toda prisa sus propiedades
Carmen Martínez Bordiú y La Piniella, la finca asturiana que poseía Carmen Polo. EP

Tras el pazo de Meirás, los Franco ponen a la venta su finca asturiana por cinco millones de euros

Tras el Pazo de Meirás, la familia sigue deshaciéndose del patrimonio. Ahora le ha tocado el turno a la finca de Carmen Polo, a escasos 20 kilómetros de Oviedo.

Han pasado tres meses de la muerte de Carmen Franco y sus seis hijos y herederos siguen liquidando parte del patrimonio que heredaron de su madre.

Tras poner a la venta el Pazo de Meirás por ocho millones de euros, una decisión que ha avivado la polémica en torno a la propiedad, los hermanos Martínez-Bordiú han sacado al mercado La Piniella, su finca en Asturias.

Se trata de una propiedad con más de 50 hectáreas ubicada en San Cucao (Llanera), a unos 20 kilómetros de Oviedo, por la que piden cinco millones de euros «negociables».

La casa principal se describe como «la típica casa solariega asturiana, señorial y blasonada, con unos 300 metros cuadrados, dos pisos, una decena de habitaciones y varios salones y cuartos de baño».

Además, a la entrada cuenta con dos garitas de piedra, según recoge ABC.

Los hermanos Franco han elegido la inmobiliaria de lujo Mikeli, la misma en la que está a la venta Meirás, para llevar a cabo esta operación.

Sin embargo, tal y como explica al periódico ‘El Comercio‘ el dueño de la inmobiliaria, Antonio Aviles, las diferencias entre ambas edificaciones son palpables.

El periódico sostiene que dentro de la casa ya enseres de la familia.

«Desde retratos del dictador y su mujer hasta vajillas con emblemas franquistas, maquetas de embarcaciones, aperos de labranza, muebles, trofeos de caza como colmillos de jabalíes y hasta urogallos y otros animales disecados, además de «un oratorio con dos retablos, cruces, velones, estampas, rosarios y vírgenes».

Pero, el propietario de la inmobiliaria matiza:

«Se vende con todo porque lo que a la familia le interesaba sacar ya está fuera».

Una situación que no se ha dado en el palacio Cornide, en A Coruña, donde los Franco guardan con celo las dos esculturas del pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela que se niegan a entregar al Ayuntamiento de la ciudad.

VÍDEO DESTACADO: Carmen Martínez-Bordiú: «El ducado de Franco se queda así»

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