Solo el viaje de ida llevaría, por lo menos, seis meses

Espacio: La NASA elige las 5 mejores ‘casas’ para vivir en Marte

La NASA estableció claramente que 2033 sería la fecha límite para la primera misión tripulada a Marte, pero al hacer pública su hoja de ruta, la propia NASA ha sido más cauta y prefirió hablar de "la década de 2030"

La posibilidad de que los seres humanos colonicen otros planetas es un tema de debate constante en la comunidad científica.

Todavía enfrentamos numerosos desafíos técnicos, logísticos y éticos que deben superarse antes de que sea factible.

En primer lugar, el viaje espacial de larga duración plantea desafíos significativos para la salud humana. La radiación cósmica, la ingravidez y los efectos psicológicos del aislamiento prolongado pueden tener un impacto negativo en los astronautas.

Además, la adaptación a un entorno extraterrestre con una gravedad diferente, una atmósfera distinta y otros factores desconocidos también presenta desafíos significativos.

En cuanto a los aspectos logísticos, el transporte de grandes cantidades de suministros, alimentos, agua y aire para sostener una colonia a largo plazo sería extremadamente costoso y complejo.

Además, la construcción de estructuras habitables, la generación de energía y la creación de ecosistemas autosostenibles en entornos planetarios hostiles son desafíos tecnológicos y de ingeniería que aún no hemos superado por completo.

También existen preocupaciones éticas y legales relacionadas con la colonización planetaria.

¿Tenemos el derecho de reclamar y modificar los recursos naturales de otros planetas?

¿Cómo afectaría la presencia humana en otros mundos a la vida autóctona que pudiera existir allí?

A pesar de estos desafíos, los avances en la exploración espacial y la tecnología continúan avanzando.

EL PLANETA ROJO

La NASA y la Bradley University han elegido a los cinco mejores proyectos de vivienda en Marte de todos los presentados al certamen ‘3D-Printed Habitat Centennial Challenge’ (‘Desafío Centenario de hábitats impresos en 3D’).

Los concursantes propusieron distintos modelos de vivienda espacial sostenible con ayuda de nuevas tecnologías y capaces de ser habilitados como alojamientos con uso de recursos autóctonos.

Los 18 equipos participantes crearon representaciones digitales del aspecto físico y funcional de las viviendas en Marte.

Los concursantes propusieron distintos modelos de vivienda espacial sostenible con ayuda de nuevas tecnologías y capaces de ser habilitados como alojamientos con uso de recursos autóctonos.

El equipo de diseñadores de Arkansas ‘Team Zopherus of Rogers’ ocupó el primer puesto con un proyecto que incluye el uso de una impresora 3D móvil que desplegaría astromóviles que recogerán recursos locales, necesarios para la impresión de la futura vivienda. Una impresora enorme crearía el ambiente apropiado para empezar el proceso de la construcción de a vivienda, protegiendo el proceso de impresión de las condiciones meteorológicas.

“No solo diseñan las estructuras, diseñan hábitats que permitirán a nuestros exploradores del espacio vivir y trabajar en otros planetas. Estamos encantados de ver cómo sus diseños se convierten en una realidad mientras la competición continúa”, destacó Monsi Roman, administrador del programa del concurso.

Los cinco equipos ganadores del concurso compartieron un premio de 100.000 dólares.

¿Pondrá la NASA poner hombres en Marte en 2033?

La NASA lo ha dejado claro: sus astronautas volverán a la Luna en 2024 y enviará los primeros humanos a Marte en 2033.

Jim Bridenstine, Administrador General de la agencia espacial norteamericana, ha asegurado que para conseguir esos objetivos todas las partes del programa, en especial el viaje a la Luna, deben avanzar con mayor rapidez de lo que lo están haciendo.

«Queremos lograr un aterrizaje en Marte en 2033», dijo un más que preocupado Bridenstine a los legisladores durante una audiencia celebrada ayer en el Capitolio.

«Podemos adelantar el aterrizaje en Marte -añadió el ex congresista republicano- solo si adelantamos el aterrizaje en la Luna. La Luna es el campo de pruebas».

Durante los últimos meses, la NASA está multiplicando sus actividades para conseguir poner en práctica los planes espaciales de Donal Trump, que hace apenas unos días envió especialmente a su vicepresidente, Mike Pence, para que anunciara que el calendario para volver a colocar hombres en la Luna se había adelantado en 4 años.

El momento definitivo, dijo Pence, será en 2024.

La fecha no está tomada al azar, y no han faltado analistas que subrayen el hecho de que 2024 sería, precisamente, el último año de un eventual segundo mandato del actual presidente de los Estados Unidos…

Así las cosas, numerosos expertos y legisladores se han mostrado francamente preocupados de que la NASA sea capaz de cumplir esos plazos, dado el enorme retraso de la agencia en el desarrollo de su nuevo cohete de carga pesada, llamado Sistema de Lanzamiento Espacial, que está siendo construido por el gigante aeroespacial Boeing.

Otra razón para anteponer el regreso a la Luna a Marte es que cualquier misión al planeta rojo tomaría por lo menos dos años, dada la gran distancia a recorrer.

Solo el viaje de ida llevaría, por lo menos, seis meses.

Algo muy diferente de los tres días escasos que son necesarios para volver a la Luna.

Además, un viaje de ida y vuelta a Marte solo puede llevarse a cabo cuando el Planeta Rojo se encuentra en el mismo lado del Sol que la Tierra, lo que sucede aproximadamente cada 26 meses. Las fechas posibles, pues, serían 2031, 2033, etc.

Extraer agua de subsuelo

En 2017, un proyecto de ley de presupuesto de la NASA estableció claramente que 2033 sería la fecha límite para la primera misión tripulada a Marte, pero al hacer pública su hoja de ruta, la propia NASA ha sido más cauta y prefirió hablar de «la década de 2030».

Antes de emprender el viaje, en efecto, la agencia espacial quiere estar segura de que domina las técnicas necesarias para extraer agua del subsuelo marciano, y para ello quiere practicar en el polo sur de la Luna.

«El hielo -dijo Bridenstine- representa aire para respirar, representa agua para beber y representa combustible. Y la intención, por supuesto, no es solo la de llevar hombres a la Luna, sino demostrar también que podemos vivir y trabajar en otro mundo».

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