Todavía no apagados los rumores sobre la posibilidad de divorcio entre Barak y Michelle Obama, la no hace tanto ‘primera familia americana’ ha hecho una oferta de 15 millones de dólares -13 millones de euros al cambio- por una mansión en la isla de Martha’s Vineyard.
El lugar, célebre entre otras razones porque los Kennedy tienen allí su casa familiar y pasan en la isla todos los veranos, es el destino de vacaciones favorito de los Obama -además de Mallorca- desde que dejaron la Casa Blanca.
La mansión es una joya: Son 650 metros cuadrados de vivienda, con siete dormitorios, ocho baños y una piscina, y 11 hectáreas de jardines.
El sitio web TMZ fue el primero en informar de la oferta, que luego confirmaron diarios como «The Boston Globe» o «The New York Post».
Poco han tardado los medios más conservadores en acusar a Barack y Michelle Obama de hipocresía. «Son demasiados los líderes demócratas que explotan la política de la envidia y el victimismo para alzarse con el poder y amasar así éxitos y fortunas», dijo en Fox News la analista Carol Roth.
«No les recrimino a los Obama que se compren una casa nueva. Pero los políticos deben dejar de decir una cosa y hacer otra».
Como Pablo Iglesias, irene Montero y los Sánchez, que dirían en España.
A pesar de ser una inversión muy costosa, no se puede decir que los Obama vayan a tener problemas para pagarla.
Además de la pensión de expresidente de 180.000 euros anuales y de los 350.000 euros que cobra por conferencia Barack Obama, la economía familiar ha experimentado un crecimiento considerable en el 2018 gracias a los ingresos millonarios de Michelle Obama, cuyas memorias se han posicionado como las más vendidas de la historia.