Los seguros de hogar protegen tu vivienda de todo tipo de percances (según la póliza que tengas contratada, claro), pero hacen una distinción que no todos los asegurados tienen en cuenta: el continente y el contenido. Si realmente quieres tener un seguro eficiente a la hora de cubrir daños, presta atención no solo a los desperfectos que pueda sufrir tu edificio, sino también a los objetos que tengas en tu hogar, según recoge el autor original de este artículo KELISTO y comparte Periodista Digital.
Calcular el contenido de tu vivienda de manera adecuada es necesario para que no te lleves un disgusto si la aseguradora te indemniza en caso de siniestro. Valora todas tus pertenencias por su precio de compra en el mercado y hazlo habitación por habitación, para que no se te escape nada.
¿Qué es el contenido del seguro de hogar?
Los seguros de hogar te ofrecen cobertura frente a los daños que puede sufrir el contenido de tu vivienda, que engloba el conjunto de bienes y enseres situados dentro de esta y que no pertenezcan al edificio en sí (continente). Entre estos elementos se encuentran los muebles, los electrodomésticos, lámparas, comestibles, etc.
Es decir, todos aquellos bienes que tú y tu familia utilizáis a diario en casa y que tanto te ha costado comprar. Por eso, contar con protección frente a cualquier percance que afecte a tus pertenencias te puede hacer ahorrar mucho dinero. ¿Te imaginas si un incendio te quema la ropa, te roban el televisor de 40 pulgadas que acabas de adquirir o se te inunda tu casa? Por lo general, sería muy difícil reemplazar esas posesiones. Es importante conocer qué objetos tienes en casa para poder estimar su valor y asegurarlos con el seguro de hogar más adecuado.
Salvo que así se establezca en el contrato de seguro, las pólizas del hogar no cubren vehículos a motor, caravanas, remolques, embarcaciones u otros vehículos, aunque se encuentren en tu garaje. Tampoco suele considerarse contenido y, por tanto, no quedan garantizados, los objetos utilizados con fines profesionales o comerciales, o los bienes que tengas en el trastero, garaje, leñera, etc.
Cómo valorar el contenido
Para que no te lleves un disgusto en el caso de que la aseguradora tenga que indemnizarte por un siniestro, debes valorar adecuadamente tu contenido. Nuestro consejo es poner precio a tus cosas por el valor de reposición (es decir, por lo que te costaría comprar ese objeto en el mercado), habitación por habitación, hasta completar toda la vivienda. De esta manera, conseguirás el valor total que debes asegurar. El contenido más habitual que encontrarás en cada habitación es:
En la cocina: electrodomésticos, mobiliario, enseres (cuchillos, vasos, sartenes, etc.)
En el baño: mamparas, muebles, espejo, etc.