La venta de viviendas está de plena vigencia en España, pues la COVID-19 parece haber dado alas al sector inmobiliario que está atravesando un excelente momento que algunos tildan de auténtico ‘boom’. No en vano, tras el confinamiento la ciudadanía ha comenzado a mirar con lupa sus hogares, se ha vuelto más consciente de sus carencias y, sin duda, no cesa de elucubrar cómo sería su hogar ideal.
Por supuesto, muchos se han lanzado a la tarea de buscar un nuevo hogar más acorde a sus aspiraciones y durante el último año se ha observado un notable incremento en las transacciones inmobiliarias. Tanto es así que en el primer semestre de 2021 se vendieron 319.000 viviendas. Por lo tanto, estamos ante una subida del 64 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
Por supuesto, la obra nueva de Almería y provincias con perfiles turísticos también está experimentando una fuerte inversión. No en vano, los expertos alertan de que si no se produce un incremento en la oferta de vivienda disponible para compra, nos toparemos con inevitable encarecimiento de los precios que, según pronostican, podrían elevarse en un 10 %.
Además, el precio medio de la vivienda proseguirá su tendencia al alza, especialmente entre la de obra nueva con una subida cercana al 5 %, mientras que en el caso de la de segunda mano hablamos del 3,4 %.
También incidirían en este ascenso aspectos como la escalada de precios de las materias primas a la que no es ajena el sector de la construcción. De hecho, se ha traducido en un 8 % de los costes de producción. En opinión de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), casi un 50 % de esta subida podría tener su reflejo en los precios de venta de la obra nueva.
En este sentido, el Banco de España ha puesto a sus profesionales a estudiar la posible burbuja a la que nos aproximamos. De hecho, podemos afirmar que el coste de la vivienda ya supera al que marcaba en 2019 y, sin duda, tiene visos de seguir haciéndolo.
A esta especie de tormenta perfecta para la compra de una nueva casa se suman factores como el mayor ahorro y renta disponible por parte de las familias. Sí, porque debido a la pandemia han restringido sus viajes y los grandes gastos. Además, los bancos cuentan con una buena liquidez y están dispuestos a ofrecer unas condiciones hipotecarias ventajosas a quienes se encuentren en una óptima situación financiera.
