El mercado inmobiliario español vive un momento de euforia sin precedentes. En pleno verano, el precio medio de la vivienda usada alcanzó los 2.498 euros por metro cuadrado, un 14,8% más que hace un año, situándose en su nivel más alto desde que idealista tiene registros.
El auge no se limita a las grandes capitales. Siete provincias batieron sus propios récords, consolidando una tendencia alcista que se extiende por todo el país. El fenómeno combina el tirón de la vivienda de lujo, la búsqueda de segundas residencias y el regreso del comprador extranjero, que ha vuelto a mirar hacia España como refugio inmobiliario.
Baleares: el paraíso más caro para vivir
Baleares se consolidaba en agosto como la provincia más cara de España, con una media que superaba los 5.000 euros por metro cuadrado. Su atractivo internacional, la presión del turismo residencial y las limitaciones de suelo han convertido al archipiélago en un auténtico laboratorio del mercado de lujo.
En Sant Joan de Labritja (Ibiza) se alcanzaron los 8.959 €/m², un precio que roza los niveles de las grandes capitales europeas. Le seguían Sant Josep de Sa Talaia y Sant Antoni de Portmany, con más de 6.900 €/m², y Calvià, en Mallorca. Incluso Ibiza capital superó los 6.800 €/m².
Pero no solo subieron los precios en las zonas de élite. Municipios más pequeños, como Colonia de Sant Pere (37,5%) o Felanitx (30,2%), vivieron incrementos desorbitados. En Palma, los precios subieron un 17,2%, impulsados por la creciente demanda de compradores europeos.
Madrid: la locomotora del mercado español
La Comunidad de Madrid lideró el crecimiento a nivel nacional con una subida del 23,3%, situando el precio medio en 4.384 €/m² en agosto de 2025. Hasta 35 municipios madrileños marcaron récords de precios.
Alcobendas (30,3%), Leganés (26,9%) y Fuenlabrada (25,3%) figuraron entre los mayores incrementos, mientras que la capital continuaba liderando el ranking regional. Zonas tradicionalmente de alto poder adquisitivo como Pozuelo de Alarcón (4.767 €/m²) o Las Rozas (3.614 €/m²) siguen siendo sinónimo de exclusividad.
Guipúzcoa: lujo en el norte y suelo limitado
El País Vasco continúa siendo uno de los mercados más sólidos de España. En Guipúzcoa, los precios alcanzaron en verano los 4.007 €/m², con tres municipios en máximos: Zarautz (6.630 €/m²), San Sebastián (6.283 €/m²) —la capital más cara del país— y Pasaia (3.232 €/m²).
El éxito del litoral guipuzcoano responde a una combinación de alta calidad de vida, escasez de suelo y fuerte demanda local. En Zarautz, el incremento del 21,1% en un solo año confirmó que la costa vasca mantiene su atractivo.
Málaga: la Costa del Sol acelera su expansión
En el sur, Málaga se ha convertido en el epicentro del mercado inmobiliario andaluz, con un nuevo máximo que llegó a los 3.842 €/m² y un crecimiento anual del 13,8%. El protagonismo lo mantuvieron las grandes referencias de la Costa del Sol: Marbella (5.258 €/m²), Benahavís (5.205 €/m²) y Fuengirola (4.301 €/m²), aunque cada vez más municipios se suman al auge.
Zonas como Ojén (25,6%) o Algarrobo-Costa (27,6%) registraron incrementos de dos dígitos, impulsados por compradores extranjeros, nómadas digitales y jubilados europeos. Málaga capital también subió un 15,6%, lo que evidencia la consolidación de la provincia.
Barcelona: estabilidad, alta demanda y precios de capital europea
La provincia de Barcelona alcanzó los 3.023 €/m², tras un incremento del 10,5%. La capital catalana mantuvo el liderazgo con 4.991 €/m², seguida de Sitges (4.757 €/m²) y Sant Cugat del Vallès (4.587 €/m²).
En los municipios del área metropolitana, las subidas fueron aún más pronunciadas. Sant Joan Despí (22,7%) y Les Franqueses del Vallès (22,6%) encabezaban la lista, reflejando una expansión hacia la periferia.
Alicante: el motor turístico que rompe techos
Alicante fue la provincia con más municipios en récord: hasta 32 localidades alcanzaron máximos históricos. El precio medio se situó en 2.595 €/m², con picos en Jávea (3.958 €/m²), Calpe (3.438 €/m²) y Benidorm (3.246 €/m²).
Las mayores subidas se registraron en municipios más asequibles, como Salinas (38,7%), Dolores (33,7%) o Catral (33,1%), donde los precios parten de niveles más bajos.
Girona: un crecimiento discreto pero firme
La provincia de Girona completa el mapa de récords con un precio medio de 2.587 €/m², tras una subida del 8,2%. Los municipios más caros fueron Castell-Platja d’Aro (3.673 €/m²), Llívia (3.234 €/m²) y Tossa de Mar (3.116 €/m²), todos ellos con un marcado componente turístico.
En términos de crecimiento, destacaron Llívia (+15,4%) y Sant Pere Pescador (+12,3%), impulsados por la demanda de segundas residencias.

