El Tocadiscos de Biegler

Ayer por la noche, a punto de llegar a casa, me llama mi amiga Berren. ¡ Espera que me paro !, le digo (lo que no le pasa a ella no le pasa a nadie). La pobre, toda compungida y enfadada, me cuenta, entre sollozos,  que su actual ligue (un albaceteño) se muestra un tanto reticente a mantener relaciones íntimas con ella con la excusa

  He de confesar públicamente que la primera vez que escuché el vocablo "trampantojo" fue en una cervecería del madrileño barrio de Vallecas hace ya muchos años (que por otro parte era y sigue siendo una auténtica galería de arte, culinario, pero arte). Efectivamente, había terminado de hacer una gestión en el Parlamento autonómico

  No pude evitar una tímida sonrisa cuando mi hermana (madre reciente de dos mozos bien majos) me envió ayer un mensaje en el que, acompañado de un link a una noticia de internet, decía alatristemente "a por ellos Pabliño, no queda sino batirnos". La leve mueca se transformó en un aspaviento de incredulidad al abrir el link y leer

Sin ánimo de ser oportunista, rescato unos versos de un tema del recientemente desaparecido Leonard Cohen (dep) para ilustrar en su justa medida la sobrevaloración que tenemos de la coherencia de nuestros queridos representantes políticos: "looked through the paper/makes you wanna cry/nobody cares if the people live or die/and the dealer

Aún recuerdo aquella fría mañana de invierno en la Facultad cuando la profesora de Filosofía del Derecho, al calor de un trabajo en grupo sobre la historia del pensamiento jurídico occidental, me pidió que me incorporara de mi asiento para que ilustrara a la clase con un sencillo y comprensible ejemplo del concepto de Injusticia. Ante