Meghan Markle ha sido la novia perfecta. Dejó su carrera en Hollywood con la misma naturalidad con la que asumió el rígido protocolo británico y su papel de (casi) princesa al lado de Enrique de Inglaterra. Sin embargo, algo tenía que salir mal en este cuento de hadas. El talón de Aquiles de Meghan ha sido su familia: sus medio hermanos se han disputado la atención de los periodistas con declaraciones incendiarias en contra de ella y hasta de la familia real británica. Ahora, a escasos días del enlace, ha sido el padre de la ex actriz el que ha caído en la tentación de figurar con unas imágenes que resultaron falsas y desataron un escándalo tan grande que Thomas Markle anunció que no asistirá a la boda, en la que debía llevar a su hija hasta el altar.
Este fin de semana circularon unas imágenes de Markle, de 73 años, ojeando un libro sobre Reino Unido en una cafetería de la localidad mexicana donde vive desde hace años. También parecía que un paparazzi le había «pillado» tomándose las medidas para un traje, buscando información en internet sobre el compromiso de Meghan y hasta poniéndose en forma para el matrimonio. Y justo cuando la opinión pública comenzaba a sentir ternura por este amoroso padre, el ‘Daily Mail’ anunció que se trataba de una farsa. De acuerdo con el diario, las fotos fueron pactadas entre Markle y Jeff Raynes, un fotógrafo que luego las vendió a otro periódico inglés.
El ‘Daily Mail’ constató en las grabaciones de seguridad del café donde se realizaron que Markle y el falso paparazzo entraron juntos al local. Además, el diario se puso en contacto con el joven que aparece tomándole las medidas al padre de Meghan en las imágenes: «El americano sacó la cinta métrica de uno de sus bolsillos y me habló en inglés. No domino el idioma, pero entendí lo que quería. El fotógrafo salió a la calle y comenzó a retratarnos», explicó David Flores, de 17 años. El joven, de hecho, ni siquiera es modisto, sino que trabaja en una tienda cercana a la sastrería, que ese día estaba cerrada, publica Exclusiva Digital.
Curiosamente, días antes de que se publicaran dichas fotos el Palacio de Kensington había emitido un comunicado pidiendo a los paparazzi que dejaran a los padres de Meghan en paz, pues habrían estado expuestos a mucha presión mediática. Tras el escándalo de las imágenes falseadas, el hijo de Markle, Thomas Jr., le defendió, afirmando que la prensa le había «machacado». Además, su otra hija, Samantha, asumió la culpa: «Le dije a mi padre que le demostrara al mundo que se estaba poniendo en forma. Lo sugerí para beneficio suyo y de la familia real», afirmó en una entrevista.
Antes de la ceremonia del sábado los padres de Meghan, que están divorciados, debían tomar el té con Isabel II. Además, Thomas habría conocido por primera vez al ya casi esposo de su hija y al príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles. Sin embargo, no será así, ya que «TMZ» asegura que Markle no viajará a Reino Unido porque «no quiere avergonzar a la familia real ni a su hija», y que solo accedió a dejarse retratar para «mejorar su imagen». El portal afirma también que Markle sufrió un paro cardiaco hace seis días, pero que a pesar de ello tenía la intención de asistir a la boda, hasta que se destapó el escándalo y cambió de opinión.
