Roy Whithing, un asesino que cumple una condena de 40 años tras haber sido condenado en 2001 por el secuestro, la violación y la muerte de la niña Sarah Payne en el año 2000, fue atacado y acuchillado por dos compañeros reclusos en una prisión de máxima seguridad en Gran Bretaña.
Personal del centro penitenciario informó a The Sun que el convicto está recibiendo tratamiento hospitalario tras las lesiones sufridas, aunque su vida no corre peligró, y que la policía está investigando lo sucedido.
Según recoge La Vanguardia, antes de ser secuestrada por su asesino, Sarah Payne estaba jugando al escondite con sus hermanos en un campo de maíz cerca de la casa de sus abuelos en West Sussex. La niña cruzó una carretera y nunca más se la volvió a ver con vida.
Su cuerpo apareció sin vida 17 días más tarde. Durante el juicio el juez Richard Curtis calificóa Whiting como «un hombre maligno» y «un gran mentiroso».
Esta no es la primea vez que este asesino es atacado por otros reclusos. En 2002, un compañero de cárcel, Rickie Tregaskis, lo hirió con una navaja. También en 2011 fue apuñalado en los ojos por otro asesino convicto, Gary Vinter.