Las encías se pueden inflamar por predisposición genética, ingerir alimentos demasiado calientes, respirar por la boca o por higiene deficiente junto a otros factores de riesgo que hay que considerar como el estrés, el tabaco, el alcohol, los problemas laborales, la mala alimentación, que son capaces de hacer mella en nuestra salud gingival, mental, sexual y desencadenar alteraciones en nuestro organismo.
El 23 de Junio de 2011 se publicó por primera vez online que la inflamación de las encías (gingivitis) y su enfermedad crónica (periodontitis) pueden influir en la disfunción eréctil poniendo en peligro el bienestar físico y psicológico relacionado con la sexualidad de los hombres y de sus parejas.
El estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine detalla el posible mecanismo por el que la inflamación permanente de las encías por infección bacteriana, con afectación de los tejidos más profundos que están alrededor de los dientes y del hueso que los soporta, puede tener consecuencias en la disfunción eréctil e incluso ser un síntoma previo a la misma. Este hecho es debido a que el estado inflamatorio sistémico produce una menor cantidad de la enzima óxido nítrico sintasa endotelial que es la encargada de relajar los vasos sanguíneos e incrementar el flujo de sangre que llega al pene.
Al 96% de los adultos entre 35 y 45 años les sangran las encías. De estos la mitad tienen enfermedades periodontales (piorrea) en sus diferentes fases. Si a partir de las edades mencionadas se diagnostica una enfermedad severa en las encías, los hombres que la padecen son 3 veces más propensos a tener problemas en la función de la erección del pene que los que muestran unas encías sanas.
La enfermedad periodontal es potencialmente peligrosa y mucha gente no lo sabe, pero cambiar la visión del problema y tener unas encías sanas está en nuestras manos con la ayuda de un dentista experto.
Articulo del Dr. Luis Cabeza Ferrer, cedido por Exclusiva Digital
