Fue una escena insólita. Los conductores y viandantes que ese viernes por la noche se encontraban en la avenida del Llano no daban crédito.
Un taxi circulaba por la citada vía en dirección a Begoña, con las luces de emergencia encendidas y un joven colgando de la ventanilla del copiloto con prácticamente todo el cuerpo fuera del vehículo.
Así recorrió unos metros. Los que separan la plaza de Los Fresnos y la calle San José.
Fue frente a la Policía Local donde el taxista puso fin a una carrera que, inicialmente, debía concluir en las inmediaciones del centro comercial. Hasta allí había trasladado minutos antes a un joven que había recogido en la zona de la plaza de toros.